\id ECC \ide UTF-8 \h Eclesiastés \toc3 Ec \toc2 Eclesiastés \toc1 Eclesiastés \mt Eclesiastés \c 1 \s1 Todo vanidad \q \v 1 Las palabras del Predicador, el hijo de David, rey en Jerusalén. \q \v 2 Vanidad de vanidades, dice el Predicador. \q Vanidad de vanidades, todo es vanidad. \b \q \v 3 ¿Qué provecho tiene el hombre \q De todo su trabajo que hace bajo el sol? \q \v 4 Generación va y generación viene, \q Pero la tierra siempre permanece. \b \q \v 5 Sale el sol y se oculta el sol. \q Se apresura hacia el lugar donde vuelve a salir. \q \v 6 El viento sopla hacia el sur y vuelve hacia el norte. \q Gira sin cesar. \q Vuelve otra vez a sus giros el viento. \q \v 7 Todos los ríos corren hacia el mar, \q Y el mar nunca se llena, \q Al lugar de donde vinieron los ríos, \q Allí vuelven para volver a correr. \q \v 8 Todas las cosas son fatigosas. \q El hombre no puede explicarlas. \q El ojo nunca se sacia de ver, \q Ni el oído se llena de oír. \q \v 9 ¿Qué es lo que fue? \q Lo mismo que será. \q ¿Qué es lo hecho? \q Lo mismo que se hará. \q Nada nuevo hay bajo el sol. \q \v 10 ¿Hay cosa de la cual se diga: \q Mira, esto es nuevo? \q Ya existió en los siglos que nos precedieron. \q \v 11 No hay memoria de lo primero. \q Tampoco de lo último habrá memoria \q Entre los que vendrán después. \p \v 12 Yo, el Predicador, fui rey de Israel en Jerusalén. \v 13 Dediqué mi corazón a buscar e investigar con sabiduría todo lo que sucede bajo el cielo. Dura tarea que \nd ʼElohim\nd* dio a los hijos de hombres para que sean afligidos con ella. \v 14 Vi todas las obras que se hacen bajo el sol. Ciertamente todo es vanidad y correr tras el viento. \q \v 15 Lo torcido no se puede enderezar, \q Y lo incompleto no se puede completar. \p \v 16 Hablé a mi corazón: Mira, me engrandecí y crecí en sabiduría sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalén. Mi corazón percibió mucha sabiduría y ciencia. \v 17 Dediqué mi corazón a obtener sabiduría y a entender la locura y la insensatez. Comprendí que aun esto es correr tras el viento. \q \v 18 Porque en la mucha sabiduría hay mucha frustración, \q Y el que añade conocimiento añade dolor. \c 2 \s1 Vanidad de los placeres temporales \p \v 1 Dije en mi corazón: ¡Ven pues, te deleitaré con el placer! ¡Prueba la felicidad! ¡Diviértete! Pero ciertamente esto también era vanidad. \v 2 A la risa dije: ¡Necia! Y al placer: ¿Qué logras? \p \v 3 Aunque mi corazón me guiaba con sabiduría, investigué con mi mente cómo deleitar mi cuerpo con vino, y a la vez andar con sabiduría y retener la insensatez, hasta ver cuál sería el bien para que lo hagan los hijos de hombres bajo el cielo todos los días de su vida. \p \v 4 Engrandecí mis obras, me edifiqué palacios y planté viñas para mí. \v 5 Me hice huertos y jardines, y planté toda clase de árboles frutales. \v 6 Me hice estanques de agua para regar el bosque donde crecían mis árboles. \v 7 Compré esclavos y esclavas, y tuve otros nacidos en casa. También tuve una gran hacienda de ganado vacuno y rebaños, más que todos mis predecesores en Jerusalén. \v 8 Acumulé plata y oro para mí, y tesoros de reyes y provincias. Contraté cantores y cantoras, y los placeres de los hombres: muchas concubinas. \v 9 Fui grande y crecí más que los que me precedieron en Jerusalén. Mi sabiduría también permaneció conmigo. \q \v 10 Nada de lo que mis ojos deseaban les negué, \q Ni privé mi corazón de algún placer. \q Pues mi corazón gozaba de toda mi labor, \q Y ésta fue mi parte de todo mi trabajo. \q \v 11 Consideré yo luego todas las obras que hicieron mis manos, \q Y el duro trabajo con el cual las hice. \q ¡Y ciertamente todo era vanidad \q Y correr tras el viento! \q No había algún provecho bajo el sol. \b \q \v 12 Después volví a considerar la sabiduría, la locura y la necedad. \q Porque ¿qué hará el hombre que entre como heredero del rey \q Que no sea lo que ya se hizo? \q \v 13 Vi que la sabiduría aventaja a la necedad \q Como la luz a la oscuridad. \q \v 14 Los ojos del sabio están en su cabeza, \q Pero el necio anda en la oscuridad. \q También entendí que una misma cosa acontece a ambos. \b \q \v 15 Entonces me dije a mí mismo: \q Como el destino del necio, \q Así me acontecerá a mí. \q ¿Para qué, entonces fui muy sabio? \q Y me dije: También esto es vanidad. \q \v 16 Porque ni del sabio ni del necio habrá memoria para siempre. \q Pues en los días venideros todo será olvidado. \q ¿Y cómo muere el sabio? \q ¡Como el necio! \p \v 17 Aborrecí la vida, porque la obra que se hace bajo el sol me era fastidiosa, por cuanto todo es vanidad y correr tras el viento. \v 18 Así que aborrecí todo mi trabajo por el cual laboré bajo el sol, al ver que tenía que dejarlo a alguno que vendrá después de mí. \v 19 ¿Y quién sabe si será sabio o necio? Sin embargo, él ejercerá el dominio de todo el fruto de mi trabajo por el cual laboré al actuar sabiamente bajo el sol. También esto es vanidad. \p \v 20 Por tanto, me desesperé completamente por todo el fruto de mi labor que realicé bajo el sol. \v 21 ¡Que un hombre que trabajó con sabiduría, conocimiento y destreza, y deje su legado a otro que no trabajó por ello! ¡Esto también es vanidad y grande mal! \v 22 Porque ¿qué obtiene un hombre de todo su trabajo y de su esfuerzo con el cual labora bajo el sol? \v 23 Porque todos sus días su tarea es dolorosa y pesada. Aun en la noche su mente no reposa. Esto también es vanidad. \p \v 24 No hay cosa mejor para el hombre que comer y beber, y que su alma vea lo bueno de su trabajo. También vi que esto proviene de la mano de \nd ʼElohim\nd*. \v 25 Porque, ¿quién come y se regocija sin Él? \v 26 Porque al hombre que le agrada, Él le da sabiduría, conocimiento y gozo. Pero al pecador le impone la tarea de recoger y amontonar para darlo al que agrada a \nd ʼElohim\nd*. Esto también es vanidad y correr tras el viento. \c 3 \s1 Vanidad del hombre, el tiempo y la comida \p \v 1 Todo tiene su tiempo. Todo lo que se quiere bajo el cielo tiene su hora: \q \v 2 Tiempo de nacer y tiempo de morir. \q Tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado. \q \v 3 Tiempo de matar y tiempo de curar. \q Tiempo de destruir y tiempo de edificar. \q \v 4 Tiempo de llorar y tiempo de reír. \q Tiempo de endechar y tiempo de bailar. \q \v 5 Tiempo de esparcir piedras y tiempo de reunir piedras. \q Tiempo de abrazar y tiempo de no abrazar. \q \v 6 Tiempo de buscar y tiempo de perder. \q Tiempo de guardar y tiempo de desechar. \q \v 7 Tiempo de romper y tiempo de coser. \q Tiempo de callar y tiempo de hablar. \q \v 8 Tiempo de amar y tiempo de aborrecer. \q Tiempo de guerra y tiempo de paz. \p \v 9 ¿Qué provecho hay para el trabajador de aquello en lo cual trabaja? \v 10 Vi el trabajo que \nd ʼElohim\nd* dio a los hijos de hombres para que se ocupen. \v 11 Todo lo hizo apropiado en su tiempo, y colocó eternidad en su corazón. Pero el hombre no entiende lo que hizo \nd ʼElohim\nd* desde el principio hasta el fin. \v 12 Sé que nada hay mejor para ellos que gozarse y hacer bien en sus vidas. \v 13 También que es don de \nd ʼElohim\nd* que todo hombre coma y beba, y vea el bien de toda su labor. \v 14 Entendí que todo lo que hace \nd ʼElohim\nd* es perpetuo. A ello no se añadirá, ni de ello se disminuirá. \nd ʼElohim\nd* lo hizo así para que los hombres teman ante Él. \q \v 15 Lo que es, ya fue. \q Lo que será, ya fue, \q Y \nd ʼElohim\nd* restaura lo que pasó. \p \v 16 Además vi bajo el sol: \q En el lugar de la justicia hay impiedad, \q Y en el lugar de la equidad hay iniquidad. \p \v 17 Y dije en mi corazón: \q Al justo y al perverso los juzgará \nd ʼElohim\nd*. \q Porque allí hay un tiempo \q Para todo lo que se quiere y todo lo que se hace. \p \v 18 Me dije con respecto a los hijos de hombres: \nd ʼElohim\nd* ciertamente los probó para que ellos vean que solo son como las bestias. \v 19 Porque lo mismo que sucede al hombre sucede a la bestia. Un mismo suceso es: como muere uno, así muere el otro. Todos tienen un mismo aliento. El hombre no tiene ventaja sobre el animal, porque todo es vanidad. \v 20 Todos van a un mismo lugar. Todos proceden del polvo y todos vuelven al polvo. \v 21 ¿Quién conoce el espíritu de los hijos de hombres? ¿Va él hacia arriba? ¿Y el hálito de la bestia baja a la tierra? \p \v 22 Así vi que nada hay mejor para el hombre que alegrarse en sus obras, porque ésa es su parte. ¿Porque quién lo llevará para que vea lo que ocurrirá después de él? \c 4 \s1 Vanidad de las contrariedades entre humanos \p \v 1 Entonces volví a mirar todas las opresiones que se cometen bajo el sol. \q Ciertamente vi las lágrimas de los oprimidos. \q No tienen quien los consuele. \q Y por el otro lado, el poder de sus opresores, la fuerza bruta. \q \v 2 Y alabé a los que murieron más que a los que aún viven. \q \v 3 Pero más dichoso que ambos es el que nunca existió, \q Que no vio las malas obras que se hacen bajo el sol. \p \v 4 También vi que todo trabajo y toda obra excelente brota de la rivalidad del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y correr tras el viento. \q \v 5 El necio se cruza de brazos y devora su propia carne. \q \v 6 Mejor es un puñado de quietud que ambas manos llenas de trabajo \q Y de correr tras el viento. \p \v 7 Me volví otra vez y vi esta vanidad bajo el sol: \q \v 8 Hay cierto hombre solo, \q Sin alguien que lo acompañe, sin hijos ni hermanos. \q Pero aun así su afán no tiene fin. \q Su ojo no se llena de riquezas y no se pregunta: \q ¿Para quién me afano y me privo de lo bueno? \q También esto es vanidad y tarea angustiosa. \b \q \v 9 Dos pueden más que uno, \q Pues tienen mejor recompensa por su trabajo. \q \v 10 Porque si caen, el uno levantará al otro. \q Pero, ¡ay del que está solo! \q Cuando caiga no habrá quien lo levante. \q \v 11 Si dos se acuestan juntos se calientan entre ellos, \q Pero, ¿cómo se calentará uno solo? \q \v 12 Si un hombre prevalece contra uno, dos lo resistirán. \q Cuerda de tres hebras no se rompe pronto. \p \v 13 Mejor es joven pobre y sabio que rey viejo y necio que no recibe instrucción, \v 14 aunque aquel para reinar salga de la cárcel, aunque en su reino nazca pobre. \v 15 Vi a todos los que viven bajo el sol que marchaban con el joven sucesor que lo reemplaza. \v 16 No tenía fin la muchedumbre que lo seguía. Sin embargo, los que vengan después tampoco estarán contentos con él. También esto es vanidad y correr tras el viento. \c 5 \s1 Vanidad de la riqueza \p \v 1 Cuando vayas al Templo de \nd ʼElohim\nd* cuida tu pie. Acércate para escuchar más bien que para ofrecer el sacrificio de los necios, porque no saben que hacen mal. \q \v 2 No te apresures con tu boca. \q Ni se apremie tu corazón a expresar palabra ante \nd ʼElohim\nd*, \q Porque \nd ʼElohim\nd* está en el cielo y tú en la tierra. \q Por tanto, sean pocas tus palabras. \q \v 3 Porque el soñar viene a causa de la mucha ocupación, \q Y la voz del necio por medio de muchas palabras. \p \v 4 Cuando hagas un voto a \nd ʼElohim\nd* no tardes en cumplirlo, porque Él no se complace en los necios. Cumple lo que prometes. \v 5 Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas. \v 6 No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del Ángel que fue ignorancia. ¿Por qué harás que \nd ʼElohim\nd* se enoje a causa de tus palabras y destruya la obra de tus manos? \v 7 Porque donde abundan los sueños también abundan las vanidades. Pero tú, teme a \nd ʼElohim\nd*. \p \v 8 Si ves opresión a los pobres, violación del juicio y la justicia en la provincia, no te maravilles a causa de esto, porque sobre el alto vigila el más alto. Hay Alguien más alto que ellos. \v 9 Además el provecho de la tierra es para todos. Para el mismo rey que cultiva el campo la tierra es una ventaja. \q \v 10 El que ama la plata nunca se saciará de la plata, \q Ni el que ama la riqueza con la ganancia. \q Esto también es vanidad. \q \v 11 Cuando aumentan los bienes \q También aumentan los que los consumen. \q ¿Qué provecho tendrá su dueño \q Aparte de verlos con sus propios ojos? \b \q \v 12 Coma poco o coma mucho, \q Dulce es el sueño del trabajador. \q Pero la abundancia \q No deja dormir al rico. \p \v 13 Vi un grave mal bajo el sol: \q Riqueza guardada por su dueño \q Para su propio perjuicio. \q \v 14 Pues se pierde esa riqueza en negocios infortunados, \q Y si engendra un hijo, \q Nada le queda para sostenerlo. \q \v 15 Desnudo, \q Como salió del vientre de su madre, \q Así se irá. \q Nada de su duro trabajo podrá llevar en su mano. \p \v 16 Y éste también es un mal grave: \q Que como vino se va. \q ¿Y qué provecho tiene \q El que se esfuerza tras el viento? \q \v 17 Ya que todos sus días comió en oscuridad, \q Con gran tristeza, con enfermedad e ira. \p \v 18 Este es el bien que vi: que es bueno y adecuado que uno coma y beba, y disfrute del bien de todo el trabajo en el cual labora bajo el sol todos los días de su vida que \nd ʼElohim\nd* le da, porque ésta es su recompensa. \v 19 Además, todo hombre a quien \nd ʼElohim\nd* da riquezas y posesiones, lo capacita para que las disfrute, tome la parte que le corresponde y se regocije en su trabajo. Esto es el don de \nd ʼElohim\nd*. \v 20 Porque no se acordará mucho de los días de su vida, pues \nd ʼElohim\nd* lo tiene ocupado con la alegría de su corazón. \c 6 \s1 Vanidad por la Incertidumbre de la vida \p \v 1 Hay otro mal que vi bajo el sol que prevalece entre los hombres: \v 2 El del hombre a quien \nd ʼElohim\nd* da riquezas, bienes y honra, de modo que nada le falta de todo lo que desea su alma, pero a quien \nd ʼElohim\nd* no capacita para disfrutarlos, sino lo disfrutan los extraños. Esto es vanidad y un mal doloroso. \p \v 3 Si un hombre engendra 100 \add hijos\add* y vive muchos años, aunque sean numerosos los días de su vida, si su alma no se sacia de buenas cosas, ni siquiera tiene un entierro apropiado, digo: Mejor que él es un aborto. \v 4 Porque éste llega en un soplo y se va en oscuridad, y la oscuridad encubre su nombre. \v 5 No vio el sol, ni se enteró de nada, ni recibe sepultura, pero descansa mejor que el otro. \v 6 Porque aunque aquél viva 1.000 años dos veces sin disfrutar del bien, ¿No van todos a un mismo lugar? \q \v 7 Todo el trabajo del hombre es para su boca, \q Y aun así, su alma no se sacia. \q \v 8 ¿Qué provecho tiene el sabio \q Más que el necio? \q ¿Qué ventaja tiene el pobre \q Que supo portarse entre los vivientes? \q \v 9 Más vale lo que ven los ojos \q Que el divagar del alma. \q También esto es vanidad \q Y correr tras el viento. \b \q \v 10 Lo que existe ya tiene nombre. \q Se sabe que es solo un hombre, \q Y que no puede contender \q Con el que es más fuerte que él. \q \v 11 Porque hay muchas palabras \q Que aumentan la vanidad. \q ¿Qué provecho saca el hombre? \p \v 12 Porque ¿quién sabe lo que es bueno para el hombre en la vida? Todos los días de su vana vida los pasará como una sombra, pues ¿quién dirá al hombre lo que sucederá después de él bajo el sol? \c 7 \s1 Lo mejor en esta vida de vanidad \q \v 1 Mejor es una buena fama \q Que un buen ungüento, \q Y mejor el día de la muerte \q Que el día del nacimiento. \q \v 2 Mejor es ir a la casa del luto \q Que a la casa del banquete, \q Porque aquello es el fin de todos los hombres. \q El que vive debe poner esto en su corazón. \q \v 3 Mejor la tristeza que la risa, \q Porque con la tristeza de rostro se enmienda el corazón. \q \v 4 El corazón de los sabios está en la casa del luto, \q Pero el corazón del necio está en la casa del placer. \q \v 5 Mejor es oír la reprensión del sabio \q Que el canto de los necios, \q \v 6 Porque como el estallido de los espinos bajo la olla, \q Así es la risa del necio. \q También esto es vanidad. \q \v 7 Porque la opresión perturba al sabio, \q Y el regalo corrompe el corazón. \b \q \v 8 Mejor es el fin de un asunto que su comienzo, \q Y mejor el paciente de espíritu que el altivo de espíritu. \q \v 9 No te apresures en tu alma a enojarte, \q Porque la ira reside en el seno de los necios. \q \v 10 Nunca digas: \q ¿Por qué los tiempos pasados fueron mejores que éstos? \q No es sabio que preguntes esto. \b \q \v 11 La sabiduría es buena con una heredad, \q Y aprovecha a los que ven el sol. \q \v 12 Porque estar bajo la protección del conocimiento \q Es como estar bajo la protección del dinero. \q Pero la sabiduría aventaja \q En que da vida a los que la poseen. \b \q \v 13 Considera la obra de \nd ʼElohim\nd*: \q ¿Quién podrá enderezar \q Lo que Él torció? \q \v 14 El día del bien goza del bien. \q Y el día de la adversidad reflexiona: \q \nd ʼElohim\nd* hizo tanto lo uno como la otra, \q Para que el hombre no descubra \q Lo que sucederá después de él. \b \q \v 15 Todo esto vi en los días de mi vanidad: \q Hay justo que perece por su justicia, \q Y hay impío que prospera en su impiedad. \q \v 16 No seas demasiado justo, \q Ni presumas ser muy sabio. \q ¿Por qué tienes que destruirte? \q \v 17 No seas demasiado impío \q Ni seas insensato. \q ¿Por qué morirás antes de tiempo? \q \v 18 Bueno es que agarres una cosa sin soltar la otra, \q Porque el que teme a \nd ʼElohim\nd* \q Sale bien con ambas cosas. \b \q \v 19 La sabiduría fortalece al sabio \q Más que diez poderosos que estén en una ciudad. \q \v 20 Ciertamente no hay hombre justo en la tierra \q Que haga el bien y nunca peque. \q \v 21 Tampoco tomes en serio todo lo que se habla, \q Ni escuches a tu esclavo cuando te maldice, \q \v 22 Pues sabes muy bien que muchas veces tú mismo maldijiste a otros. \q \v 23 Todas estas cosas experimenté con sabiduría \q Y dije: Seré sabio. \q Pero eso estaba lejos de mí. \q \v 24 Lo que existe es remoto y muy profundo. \q ¿Quién lo podrá hallar? \q \v 25 Dirigí mi corazón al saber, \q A escudriñar y a buscar el conocimiento y la razón. \q Procuré conocer cuál es la peor insensatez: \q La necedad de la locura. \b \q \v 26 Y hallé más trágica que la muerte \q A la mujer cuyo corazón es trampa y red, \q Y sus manos, ligaduras. \q El que agrada a \nd ʼElohim\nd* escapará de ella, \q Pero el pecador será atrapado por ella. \b \q \v 27 Mira, dice el Predicador, \q Al sopesar las cosas una por una para hallar una razón, \q \v 28 Lo que aún busca mi alma sin encontrarlo: \q Hallé un hombre entre 1.000, \q Pero una mujer entre todas ellas no la encontré. \q \v 29 Solo esto hallé: \q Que \nd ʼElohim\nd* hizo al hombre recto, \q Pero ellos buscaron muchas artimañas. \c 8 \s1 La misteriosa obra de \nd ʼElohim\nd* ante la vanidad \q \v 1 ¿Quién como el sabio? \q ¿Quién sabe la interpretación de un asunto? \q La sabiduría ilumina el rostro del hombre \q Y cambia la dureza de su semblante. \p \v 2 Digo: guarda el mandato del rey a causa del juramento ante \nd ʼElohim\nd*. \v 3 No te apresures a irte de Él ni persistas en una mala acción, porque Él hace lo que le agrada. \v 4 Pues la palabra del rey tiene poder. ¿Quién le pedirá cuenta de lo que hace? \q \v 5 El que observa el mandamiento no experimentará el mal. \q El corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio. \q \v 6 Porque para cada asunto hay un tiempo y un procedimiento. \q Aunque grande es el mal que viene sobre el hombre, \q \v 7 Pues no sabe qué sucederá. \q Porque lo que va a suceder, \q ¿Quién le dirá cuando ocurrirá? \q \v 8 No hay hombre que tenga potestad sobre el hálito de vida para retener el alma, \q Ni potestad sobre el día de la muerte. \q No hay escape en guerra. \q La perversidad no librará a los que se entregan a ella. \p \v 9 Todo esto observé, y dediqué mi corazón a todo lo que se hace bajo el sol. Hay un hombre que domina a otro para su mal. \v 10 Observé el funeral de los perversos, los que frecuentaban el Lugar Santo, mientras que en la ciudad pronto eran olvidados los que actuaban honestamente. También esto es vanidad. \p \v 11 Porque no se ejecuta sentencia inmediata contra una obra mala. El corazón de los hijos de hombres está dispuesto a hacer el mal. \v 12 Pero aunque el pecador haga el mal 100 veces y prolongue sus días, sé que le irá bien al que teme a \nd ʼElohim\nd*, \v 13 y que no le irá bien al perverso, ni le serán prolongados sus días, que serán como una sombra, porque no teme ante \nd ʼElohim\nd*. \p \v 14 Hay otra vanidad que ocurre sobre la tierra: Hay justos a quienes les sucede según la obra de los impíos, y hay impíos a quienes les sucede Según la obra de los justos. Digo que también esto es vanidad. \v 15 Por tanto, alabo el placer, porque no hay cosa mejor para el hombre bajo el sol que comer y beber y estar alegre, y que esto le quede de su trabajo en los días de la vida que \nd ʼElohim\nd* le dio bajo el sol. \p \v 16 Cuando apliqué mi corazón a conocer la sabiduría y a ver la tarea que se hace sobre la tierra aunque uno no pueda dormir ni de día ni de noche. \v 17 Vi toda obra de \nd ʼElohim\nd*. El hombre no puede descubrir la obra hecha bajo el sol. Aunque el hombre busque laboriosamente y aunque algún sabio pretenda saberlo, no podrá descubrirla. \c 9 \s1 Elogio a la sabiduría \p \v 1 Ciertamente tomé todas estas cosas en mi corazón para explicar todo esto: Que los justos y los sabios, y sus obras, todas estas cosas están en la mano de \nd ʼElohim\nd*, aun el amor y el odio, pero el hombre no lo sabe, aunque todo está delante de ellos. \v 2 Todo acontece a todos de una misma manera. Lo mismo le ocurre al justo que al impío, al bueno, al puro, al impuro, al que ofrece sacrificios y al que no los ofrece, tanto al recto como al perverso, al que jura en vano como al que respeta su juramento. \p \v 3 Este es un mal que hay en todo lo que ocurre bajo el sol: Que un mismo suceso acontece a todos, y que el corazón de los hijos de hombres está lleno de maldad, que la locura está en su corazón mientras vive, ¡Y después de esto bajan al lugar de los muertos! \v 4 Pero hay esperanza para todo el que está entre los vivos, pues mejor es perro vivo que león muerto. \v 5 Porque los vivos saben que van a morir, pero los muertos nada saben, ni tienen más recompensa, porque su memoria es puesta en el olvido. \v 6 En verdad su amor, su odio y su envidia ya perecieron. Nunca más tendrán parte en todo lo que se hace bajo el sol. \p \v 7 Anda, come tu pan con gozo y bebe tu vino con corazón alegre, porque \nd ʼElohim\nd* ya aprobó tus obras. \v 8 En todo tiempo sean blancas tus ropas, y nunca falte ungüento sobre tu cabeza. \v 9 Goza de la vida con la mujer que amas todos los días de tu vana vida que te fue dada bajo el sol todos los días de vanidad, pues ésta es tu recompensa en la vida y en el trabajo con el cual te ocupas bajo el sol. \v 10 Todo lo que venga a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas, porque en el \tl Seol\tl*, adonde vas, no hay obra ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría. \p \v 11 Me volví y vi bajo el sol: \q Que la carrera no es de los veloces, \q Ni la batalla de los fuertes, \q Ni de los sabios el pan, \q Ni de los entendidos la riqueza, \q Ni de los hábiles el favor, \q Sino un tiempo y una oportunidad los alcanzan a todos ellos. \p \v 12 Porque el hombre no conoce su tiempo: \q Como los peces son atrapados en la traicionera red \q Y los pájaros caen en la trampa, \q Así son atrapados los hijos de hombres \q En el tiempo malo cuando les viene de repente. \p \v 13 También vi algo que para mí es de gran sabiduría bajo el sol: \v 14 Una pequeña ciudad con pocos hombres en ella, y llega contra ella un gran rey, y construye contra ella grandes torres de asedio. \v 15 Y en ella se halla un hombre pobre pero sabio, el cual libra a la ciudad con su sabiduría. Sin embargo, nadie se acuerda de aquel hombre pobre. \v 16 Entonces me dije: Mejor es la sabiduría que la fuerza, aunque la sabiduría del pobre sea menospreciada, y sus palabras no sean escuchadas. \q \v 17 Las palabras de los sabios dichas en quietud \q Son más aceptables que el clamor de un magistrado entre los necios. \q \v 18 Mejor es la sabiduría que las armas de guerra, \q Pero un solo perverso destruye mucho bien. \c 10 \s1 Ventajas del sabio sobre el necio a pesar de la vanidad \q \v 1 Las moscas muertas hacen que hieda el perfume del perfumista. \q Así una pequeña locura al que es estimado como sabio y honorable. \q \v 2 El corazón del sabio se inclina a su derecha, \q Pero el corazón del necio, a su izquierda. \q \v 3 Aun mientras va de camino le falta cordura al necio. \q A todos les anuncia que es necio. \q \v 4 Si el temperamento del gobernante se levanta contra ti, \q No dejes tu lugar, \q Porque la mansedumbre apacigua grandes ofensas. \b \q \v 5 Hay un mal que vi bajo el sol \q Y es prevaleciente entre los hombres: \q \v 6 El necio encumbrado en muchos lugares exaltados, \q Y el dotado en lugares humildes. \q \v 7 Vi esclavos a caballo, \q Y príncipes que andan \q Como esclavos con pie en tierra. \b \q \v 8 El que cava un hoyo caerá en él, \q Y al que rompa el cerco lo morderá una serpiente. \q \v 9 El que corta piedras se lastimará con ellas, \q Y el que parte leños peligra en ello. \q \v 10 Si el hierro pierde el filo y no le sacan corte, \q Hay que aplicar más fuerza. \q La sabiduría tiene la ventaja de dar éxito. \b \q \v 11 Si la serpiente muerde antes de ser encantada, \q De nada sirve el encantador. \q \v 12 Las palabras del sabio son provechosas, \q Pero los labios del necio causan su propia ruina. \q \v 13 Las palabras de su boca comienzan con necedad, \q Y el fin de su charla es perverso desvarío. \q \v 14 El necio multiplica palabras \q Aunque nadie sabe lo que va a suceder, \q Y lo que habrá después de él. \q ¿Quién se lo dirá? \q \v 15 El trabajo de los necios los fatiga, \q Porque ni saben cómo ir a la ciudad. \b \q \v 16 ¡Ay de ti, oh tierra, cuando tu rey es un muchacho, \q Y tus príncipes banquetean en la mañana! \q \v 17 ¡Dichosa tú, oh tierra, cuando tu rey es hijo de nobles, \q Y tus príncipes comen a su tiempo \q Para reponer fuerzas \q Y no para embriagarse! \q \v 18 Por la pereza se cae el techo, \q Y por la negligencia de manos la casa tiene goteras. \q \v 19 Por placer se hace el banquete. \q El vino alegra la vida, \q Y el dinero sirve para todo. \q \v 20 Ni en tu aposento maldigas al rey, \q Ni aun en el secreto de tu dormitorio hables mal del rico, \q Porque un ave del cielo puede llevar tu voz, \q Y un pájaro en vuelo puede contar el asunto. \c 11 \s1 Ayuda para la vida diaria frente a la vanidad \q \v 1 Echa tu pan sobre las aguas, \q Porque después de muchos días lo hallarás. \q \v 2 Reparte a siete, y aun a ocho, \q Porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra. \q \v 3 Si las nubes están llenas de lluvia, \q Se vaciarán sobre la tierra, \q Y si un árbol cae hacia el sur o hacia el norte, \q En el lugar donde caiga quedará. \q \v 4 El que observa el viento no sembrará, \q Y el que mira las nubes, no cosechará. \q \v 5 Así como no sabes cuál es la senda del viento, \q Ni cómo crecen los huesos en el vientre de la que está embarazada, \q Así ignoras la obra de \nd ʼElohim\nd*, \q Quien hace todas las cosas. \b \q \v 6 Por la mañana siembra tu semilla, \q Y al llegar la noche no des reposo a tu mano. \q Porque no sabes qué es lo mejor, \q Si esto o aquello, \q O si ambas cosas serán igualmente buenas. \b \q \v 7 Agradable es la luz, \q Y grato a los ojos contemplar el sol. \q \v 8 Pero aunque el hombre viva muchos años, \q Y en todos ellos tenga gozo, \q Recuerde que los días de oscuridad serán muchos más. \q ¡Todo lo que viene es vanidad! \q \v 9 Alégrate, oh joven, en tu juventud, \q Y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia. \q Sigue los impulsos de tu corazón \q Y los deseos de tus ojos. \q Pero sabe que por todas estas cosas te juzgará \nd ʼElohim\nd*. \q \v 10 Aparta la ira y el enojo de tu corazón, \q Y aleja el mal de tu carne. \q Porque la adolescencia y la juventud son vanidad. \c 12 \s1 Vanidad por la llegada de la muerte \q \v 1 Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, \q Antes que lleguen los malos días, \q Y se acerquen los años cuando digas: \q No tengo en ellos contentamiento. \q \v 2 Antes que se oscurezcan el sol y la luz, \q Y la luna y las estrellas, \q Y las nubes vuelvan tras la lluvia. \q \v 3 El día cuando tiemblen los guardianes de la casa, \q Se encorven los hombres fuertes, \q Cesen las que muelen porque disminuyeron, \q Y se enturbien los que miran por las celosías. \q \v 4 Cuando se cierren las puertas de afuera \q Por ser débil el sonido del molino, \q Uno se levante con la voz del ave, \q Y todas las hijas del canto sean abatidas, \q \v 5 Cuando se tema también a lo que es alto \q Y a los terrores del camino, \q Florezca el almendro, \q Se arrastre la langosta, \q Y se pierda el apetito. \q Porque el hombre va hacia su morada eterna, \q Y los que endechan rondan por las calles. \q \v 6 Antes que se rompa el cordón de plata \q Se destroce el tazón de oro, \q Se quiebre el cántaro junto a la fuente, \q La rueda se rompa sobre el pozo, \q \v 7 El polvo vuelva a la tierra de donde procede, \q Y el espíritu regrese a \nd ʼElohim\nd*, \q Quien lo dio. \q \v 8 Vanidad de vanidades, \q Dice el Predicador. \q ¡Todo es vanidad! \s1 Epílogo \p \v 9 Cuanto más sabio fue el Predicador, tanto más impartió su conocimiento al pueblo. Reflexionó y escudriñó. Compuso muchos proverbios. \v 10 Procuró el Predicador hallar palabras agradables, palabras de verdad escritas correctamente. \p \v 11 Las palabras de los sabios son como aguijones, como estacas firmemente clavadas por un pastor para guiar rebaños. \v 12 Además de esto, hijo mío, sé advertido: El escribir muchos rollos no tiene fin, y la devoción excesiva a los rollos es fatiga para el cuerpo. \q \v 13 La conclusión de todo el discurso oído es: \q Teme a \nd ʼElohim\nd* y guarda sus Mandamientos, \q Porque esto es el todo del hombre. \q \v 14 Porque \nd ʼElohim\nd* llevará toda obra a juicio, \q Junto con toda cosa oculta, \q Sea buena o sea mala.