\id 1SA \ide UTF-8 \h 1 Samuel \toc3 1 S \toc2 1 Samuel \toc1 Primer libro de Samuel \mt 1 Samuel \c 1 \s1 Elcana y su familia en el Santuario de Silo \p \v 1 Hubo un hombre de Ramataim de Sofim, de la región montañosa de Efraín, que se llamaba Elcana, hijo de Jeroham, hijo de Eliú, hijo de Toju, hijo de Suf, efrainita. \v 2 Tenía dos esposas: una se llamaba Ana y la otra Penina. Penina tenía hijos, pero Ana no los tenía. \p \v 3 Cada año Elcana subía desde su ciudad para adorar y ofrecer sacrificios a \nd Yavé\nd* de las huestes en Silo, donde los dos hijos de Elí, Ofni y Finees, eran sacerdotes de \nd Yavé\nd*. \v 4 Elcana daba porciones a su esposa Penina y a cada uno de sus hijos e hijas el día cuando sacrificaba, \v 5 pero daba una porción doble a Ana porque la amaba, aunque \nd Yavé\nd* había cerrado su matriz. \p \v 6 Su rival, \add Penina\add*, la irritaba y maltrataba de continuo porque \nd Yavé\nd* le había cerrado la matriz. \v 7 Cada año cuando subían a la Casa de \nd Yavé\nd* la mortificaba. \p Ana lloraba de continuo y no comía. \p \v 8 Su esposo Elcana le decía: Ana, ¿por qué lloras y no comes? ¿Por qué estás triste? ¿No soy yo para ti mejor que diez hijos? \s1 Petición y voto de Ana \p \v 9 Entonces Ana, después de comer y beber en Silo, se levantó y se presentó ante \nd Yavé\nd*. \p El sacerdote Elí estaba sentado en su silla, junto a la jamba de la puerta del Santuario de \nd Yavé\nd*. \p \v 10 Ella lloraba mucho con amargura de alma, oró a \nd Yavé\nd* \v 11 e hizo un voto: \nd Yavé\nd* de las huestes, si te dignas mirar la aflicción de tu esclava, te acuerdas de mí y no te olvidas de tu esclava, sino das a tu esclava un hijo varón, yo lo dedicaré a \nd Yavé\nd* todos los días de su vida. No pasará navaja sobre su cabeza. \p \v 12 Sucedió que mientras ella oraba largamente delante de \nd Yavé\nd*, Elí observaba la boca de ella, \v 13 pero Ana hablaba en su corazón. Solo se movían sus labios, pero su voz no se escuchaba, por lo cual Elí pensó que ella estaba ebria. \p \v 14 Entonces Elí le dijo: ¿Hasta cuándo estarás ebria? Aleja de ti tu vino. \p \v 15 Pero Ana respondió: No, \tl ʼadón\tl* mío. Yo soy una mujer de espíritu afligido. No bebí vino ni licor fuerte, sino derramo mi alma delante de \nd Yavé\nd*. \v 16 No juzgues a tu esclava como una mujer despreciable, porque hasta ahora hablé de mis congojas y aflicción. \p \v 17 Entonces Elí respondió: Vé en paz, y el \nd ʼElohim\nd* de Israel te otorgue la petición que hiciste. \p \v 18 Ella dijo: Que tu esclava halle gracia ante ti. Y la mujer siguió su camino, comió y ya no estuvo triste. \s1 Nacimiento de Samuel \p \v 19 Después de levantarse de mañana, se postraron ante \nd Yavé\nd*, regresaron y llegaron a su casa en Ramá. Elcana se unió a su esposa Ana, y \nd Yavé\nd* se acordó de ella. \v 20 Sucedió que Ana concibió, y al cumplirse el tiempo, dio a luz un hijo. Lo llamó Samuel y dijo: Porque lo pedí a \nd Yavé\nd*. \p \v 21 Otra vez aquel hombre Elcana subió con toda su familia a ofrecer a \nd Yavé\nd* el sacrificio anual y pagar su voto. \v 22 Pero Ana no subió, sino dijo a su esposo: Yo no subiré hasta que el niño sea destetado. Entonces lo llevaré para presentarlo ante \nd Yavé\nd*, y se quede allí para siempre. \p \v 23 Su marido Elcana le respondió: Haz lo que te parezca bien. Quédate hasta cuando lo destetes. Solo que \nd Yavé\nd* cumpla la Palabra. Así que se quedó la mujer, y crió a su hijo hasta que lo destetó. \p \v 24 Después que lo destetó lo llevó consigo a la Casa de \nd Yavé\nd* en Silo, con un becerro de tres años, 22 litros de flor de harina y un odre de vino. El niño era pequeño. \v 25 Después de degollar el becerro, llevaron el niño a Elí. \p \v 26 Y \add Ana\add* dijo: Oh, \tl ʼadón\tl* mío, vive tu alma. \tl ʼAdón\tl* mío, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti y oraba a \nd Yavé\nd*. \v 27 Por este niño oraba, y \nd Yavé\nd* me concedió lo que le pedí. \v 28 Por tanto, yo también lo dedico a \nd Yavé\nd*. Mientras viva, él está dedicado a \nd Yavé\nd*. \p Y \add Elí\add*\f + \fr 1.28 \fr*\ft El original dice: él. No pudo ser el bebé. El único varón presente era el sacerdote Elí.\ft*\f* se postró allí ante \nd Yavé\nd*. \c 2 \s1 Cántico de Ana \p \v 1 Entonces Ana oró y exclamó: \q Mi corazón se exalta en \nd Yavé\nd*. \q Mi cuerno se exalta en \nd Yavé\nd*. \q Mi boca habla osadamente contra mis enemigos, \q Porque me regocijo en tu salvación. \q \v 2 No hay santo como \nd Yavé\nd*, \q Porque ninguno hay fuera de Ti, \q Ni hay refugio como el \nd ʼElohim\nd* nuestro. \q \v 3 No multipliquen palabras altivas, \q Ni salga arrogancia de su boca, \q Porque \nd Yavé\nd* es \nd ʼElohim\nd* de entendimiento, \q Y Él pesa las acciones. \q \v 4 Los arcos de los fuertes son quebrados, \q Pero los que se tambalean son fortalecidos. \q \v 5 Los que estaban saciados se venden por pan, \q Pero los hambrientos dejan de tener hambre. \q Mientras la estéril da a luz a siete, \q La que tiene muchos hijos se debilita. \q \v 6 \nd Yavé\nd* mata y da vida. \q Él hace bajar al \tl Seol\tl* y hace subir. \q \v 7 \nd Yavé\nd* empobrece y enriquece. \q Él abate y enaltece. \q \v 8 Él levanta al pobre del polvo, \q Y exalta al necesitado desde el muladar \q Para sentarlo con príncipes y heredar un trono de honor. \q Porque de \nd Yavé\nd* son las columnas de la tierra, \q Y Él colocó el mundo sobre ellas. \q \v 9 Él guarda los pies de sus santos, \q Pero los perversos perecen en la oscuridad, \q Porque por su propia fuerza no prevalece un hombre. \q \v 10 Los adversarios de \nd Yavé\nd* son destrozados. \q Contra ellos truena desde el cielo. \q \nd Yavé\nd* juzgará los confines de la tierra, \q Dará fortaleza a su Rey \q Y exaltará el cuerno de su Ungido. \s1 Conducta perversa de los hijos de Elí \p \v 11 Entonces Elcana regresó a su casa en Ramá, pero el niño ministraba a \nd Yavé\nd* delante del sacerdote Elí. \p \v 12 Los hijos de Elí eran hombres despreciables. No tenían conocimiento de \nd Yavé\nd*. \p \v 13 La costumbre de los sacerdotes con el pueblo era que cuando algún varón ofrecía un sacrificio, el esclavo del sacerdote se acercaba con un garfio de tres dientes en su mano mientras se cocía la carne, \v 14 y de un golpe lo metía en el perol, la olla, el caldero o la olla metálica. Todo lo que el garfio sacaba el sacerdote lo tomaba para él. De esta manera hacían en Silo con todos los israelitas que iban allí. \v 15 También, antes de quemar la grasa, el esclavo del sacerdote llegaba y decía al que sacrificaba: Da al sacerdote carne para asar, porque no tomará de ti carne cocida, sino cruda. \p \v 16 Si el hombre le respondía: Quemen primero la grasa y después toma lo que desees, le decía: No, sino dámela ahora mismo, pues si no, la tomaré por la fuerza. \v 17 Así que el pecado de los jóvenes era muy grave delante de \nd Yavé\nd*, porque tales hombres despreciaban la ofrenda de \nd Yavé\nd*. \p \v 18 \add El\add* niño Samuel ministraba delante de \nd Yavé\nd* vestido con un \tl efod\tl* de lino. \p \v 19 Su madre le hacía una túnica pequeña y se la llevaba cada año cuando subía con su esposo a ofrecer el sacrificio acostumbrado. \p \v 20 Elí bendecía a Elcana y a su esposa y decía: \nd Yavé\nd* te dé descendientes de esta esposa en lugar del que ella dedicó a \nd Yavé\nd*. Y ellos regresaban a su casa. \p \v 21 \nd Yavé\nd* visitó a Ana, y concibió. Dio a luz tres hijos y dos hijas. \p Y el joven Samuel crecía delante de \nd Yavé\nd*, \v 22 pero Elí envejeció mucho. Oía todo lo que sus hijos hacían a todo Israel, y cómo se unían con las mujeres que servían en la entrada del Tabernáculo de Reunión. \p \v 23 Y él les decía: ¿Por qué hacen tales cosas? Porque yo oigo de todo este pueblo sus malas acciones. \v 24 No, hijos míos, no es bueno el rumor que oigo, porque hacen pecar al pueblo de \nd Yavé\nd*. \v 25 Si un hombre peca contra otro hombre, \nd ʼElohim\nd* intercederá. Pero si alguno peca contra \nd Yavé\nd*, ¿quién intercederá por él? \p Pero ellos no escucharon la voz de su padre, pues \nd Yavé\nd* había decidido que murieran. \p \v 26 El joven Samuel crecía y era aprobado delante de \nd Yavé\nd* y de los hombres. \p \v 27 Entonces un varón de \nd ʼElohim\nd* fue a Elí y le dijo: \nd Yavé\nd* dice: \wj ¿No me revelé en verdad a la casa de tu antepasado cuando estaba en Egipto \+add esclavo\+add* en casa de Faraón?\wj* \v 28 \wj ¿No te escogí de entre todas las tribus de Israel para que fueras mi sacerdote, ofrecieras sobre mi altar y quemaras incienso y llevaras \+add el\+add* \+tl efod \+tl* en mi Presencia, y di a la casa de tu antepasado todas las ofrendas encendidas de los hijos de Israel?\wj* \p \v 29 \wj ¿Por qué desprecian mis sacrificios y mis ofrendas que Yo ordené ofrecer en mi Tabernáculo? ¿Por qué honras a tus hijos más bien que a Mí, para que se engorden con lo más sustancioso de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?\wj* \p \v 30 \wj Por tanto, \+nd Yavé ʼElohim\+nd* de Israel dice: En verdad dije que tu casa y la casa de tu antepasado estarían delante de Mí perpetuamente. Pero ahora, \+nd Yavé\+nd* dice: ¡Lejos esté esto de Mí! Porque a los que me honran Yo los honraré, pero los que me desprecian serán tenidos en poco.\wj* \p \v 31 \wj Ciertamente vienen días en los cuales cortaré tu brazo y el brazo de la casa de tu padre para que no quede anciano en tu casa.\wj* \v 32 \wj Verás la aflicción de mi Casa, a pesar del bien que hago a Israel.\wj* \p \wj Jamás habrá anciano en tu casa.\wj* \v 33 \wj El varón de los tuyos que Yo no corte de mi altar, servirá para consumir tus ojos y entristecer tu alma. Todos los nacidos en tu casa morirán en la flor de su edad.\wj* \v 34 \wj Esto que vendrá sobre tus dos hijos, Ofni y Finees, te servirá de señal: Ambos morirán el mismo día.\wj* \p \v 35 \wj Pero levantaré para Mí un sacerdote fiel que actuará según mi corazón y mi alma. Le edificaré casa firme, y él andará delante de Mí ungido todos los días.\wj* \p \v 36 \wj Sucederá que todo aquel que quede de tu casa acudirá a postrarse ante él por una moneda de plata o una torta de pan, y dirá: Te ruego que me asignes alguna función sacerdotal para que pueda comer un bocado de pan.\wj* \c 3 \s1 Llamamiento a Samuel \p \v 1 El joven Samuel ministraba a \nd Yavé\nd* en presencia de Elí. En aquellos días la Palabra de \nd Yavé\nd* era escasa y las visiones no frecuentes. \p \v 2 Por ese tiempo aconteció que mientras Elí estaba acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse de modo que no podía ver, \v 3 antes que se apagara la lámpara de \nd ʼElohim\nd*, y mientras Samuel estaba acostado en el Tabernáculo de \nd Yavé\nd*, en el lugar donde estaba el Arca de \nd ʼElohim\nd*, \v 4 \nd Yavé\nd* llamó a Samuel. \p Él respondió: Aquí estoy. \v 5 Enseguida corrió hacia Elí y dijo: Aquí estoy. ¿Para qué me llamaste? Y Elí le contestó: Yo no te llamé. Vuelve y acuéstate. Y él volvió y se acostó. \p \v 6 \nd Yavé\nd* volvió a llamar a Samuel. Samuel se levantó, fue a Elí y dijo: Aquí estoy, ¿para qué me llamaste? \p Y él respondió: Yo no te llamé, hijo mío. Vuelve y acuéstate. \p \v 7 Samuel no conocía aún a \nd Yavé\nd*, ni la Palabra de \nd Yavé\nd* le había sido aún revelada. \v 8 \nd Yavé\nd* llamó a Samuel por tercera vez. \p Y él se levantó, fue a Elí y dijo: Aquí estoy, porque me llamaste. \p Entonces Elí entendió que \nd Yavé\nd* llamaba al joven. \p \v 9 Elí dijo a Samuel: Vé y acuéstate. Si te llama, dirás: Habla \nd Yavé\nd*, porque tu esclavo escucha. Samuel fue y se acostó en su lugar. \p \v 10 \nd Yavé\nd* llegó y se detuvo. Como las otras veces llamó: \wj ¡Samuel, Samuel!\wj* \p Y Samuel respondió: Habla, porque tu esclavo escucha. \p \v 11 \nd Yavé\nd* dijo a Samuel: \wj Mira, Yo haré una cosa en Israel que al que la oiga, le vendrá un sonido vibrante en ambos oídos.\wj* \v 12 \wj Ese día cumpliré contra Elí todas las cosas que anuncié con respecto a su casa, desde el principio hasta el fin.\wj* \v 13 \wj Porque le informé que castigaré a su casa para siempre por la iniquidad que él sabía, porque sus hijos trajeron una maldición sobre ellos, y él no los reprendió.\wj* \v 14 \wj Por eso juré a la casa de Elí que la iniquidad de su casa no tendrá jamás algo que apacigüe, ni con sacrificios ni con ofrendas.\wj* \p \v 15 Samuel estuvo acostado hasta la mañana y abrió las puertas del Tabernáculo de \nd Yavé\nd*. Pero Samuel temía contar la visión a Elí. \p \v 16 Así que Elí llamó a Samuel y le dijo: Hijo mío, Samuel. \p Y él respondió: Aquí estoy. \p \v 17 Y preguntó: ¿Cuál es la Palabra que te habló? Te ruego que no me la ocultes. Así te haga \nd ʼElohim\nd* y aún te añada, si me ocultas alguna Palabra de todas las que te habló. \v 18 Entonces Samuel le contó todo, sin ocultarle nada. Y él respondió: Es \nd Yavé\nd*. Haga lo que le parezca bien. \p \v 19 Samuel creció, y \nd Yavé\nd* estaba con él, y no dejó caer a tierra ninguna de sus Palabras. \v 20 Todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, supo que Samuel fue designado profeta de \nd Yavé\nd*. \v 21 \nd Yavé\nd* volvió a aparecer en Silo, porque \nd Yavé\nd* se revelaba a Samuel en Silo a través de la Palabra de \nd Yavé\nd*. \c 4 \s1 Victoria filistea \p \v 1 La palabra de Samuel llegaba a todo Israel. Entonces Israel salió a enfrentar a los filisteos en batalla y acampó junto a Ebenezer. Los filisteos acamparon en Afec y \v 2 se dispusieron en orden de batalla contra Israel. La batalla fue feroz, e Israel fue derrotado por los filisteos. Unos 4.000 hombres de sus filas fueron matados en el campo de batalla. \v 3 Cuando el pueblo regresó al campamento, los ancianos de Israel preguntaron: ¿Por qué \nd Yavé\nd* nos hirió hoy ante los filisteos? Traigámonos de Silo el Arca del Pacto de \nd Yavé\nd* para que Él esté entre nosotros y nos salve de la mano de nuestros enemigos. \p \v 4 El pueblo envió \add gente\add* a Silo, y llevaron de allí el Arca del Pacto de \nd Yavé\nd* de las huestes, Quien mora entre los querubines. Estaban allí los dos hijos de Elí, Ofni y Finees, con el Arca del Pacto de \nd ʼElohim\nd*. \p \v 5 Cuando el Arca del Pacto de \nd Yavé\nd* llegó al campamento, todo Israel gritó con tan grande júbilo que la tierra resonó. \v 6 Cuando los filisteos oyeron el estruendo del júbilo dijeron: ¿Qué es este estruendo de gran clamor en el campamento de los hebreos? \p Y supieron que el Arca de \nd Yavé\nd* llegó al campamento. \v 7 Los filisteos tuvieron temor y dijeron: ¡Los \tl ʼelohim\tl* llegaron al campamento! Y decían: ¡Ay de nosotros, porque nunca antes sucedió tal cosa! \v 8 ¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de la mano de estos \tl ʼelohim\tl* poderosos? ¡Éstos son los \tl ʼelohim\tl* que golpearon a Egipto con toda plaga en el desierto! \v 9 ¡Filisteos, esfuércense y \add demuestren que\add* son hombres, para que no sean esclavos de los hebreos como ellos fueron de ustedes! ¡Sean hombres y combatan! \p \v 10 Los filisteos combatieron, e Israel fue derrotado. Cada hombre huyó a su tienda, y hubo una gran matanza, porque cayeron de Israel 30.000 hombres de a pie. \v 11 El Arca de \nd ʼElohim\nd* fue capturada, y los dos hijos de Elí, Ofni y Finees, murieron. \p \v 12 Aquel mismo día, cierto hombre de Benjamín corrió desde el campo de batalla hasta Silo, con ropas rasgadas y tierra sobre su cabeza. \v 13 Cuando llegó, allí Elí estaba sentado en una silla. Vigilaba con afán junto al camino, porque su corazón temblaba a causa del Arca de \nd ʼElohim\nd*. Cuando aquel hombre llegó a la ciudad para informar, toda la ciudad dio gritos. \p \v 14 Cuando Elí oyó el estruendo del griterío, dijo: ¿Qué significa todo ese alboroto? \p Y aquel hombre se apresuró, llegó e informó a Elí. \v 15 Elí tenía 98 años de edad y sus ojos estaban ya fijos, pues no podía ver. \v 16 Aquel hombre dijo a Elí: Yo vine de la batalla. Escapé. Y le preguntó: ¿Qué sucedió, hijo mío? \p \v 17 El mensajero respondió: Israel huyó de los filisteos, y hubo también una gran matanza entre el pueblo. También tus dos hijos, Ofni y Finees, murieron, y el Arca de \nd ʼElohim\nd* fue capturada. \p \v 18 Cuando mencionó el Arca de \nd ʼElohim\nd*, aconteció que cayó de su silla hacia atrás, junto a la puerta. Se le quebró la nuca y murió, porque era hombre anciano y pesado. Él juzgó a Israel 40 años. \p \v 19 Su nuera, la esposa de Finees, que estaba embarazada y cercana al parto, al escuchar la noticia de que el Arca de \nd ʼElohim\nd* fue capturada y que su suegro y su esposo murieron, se agachó, pues le llegaron los dolores y dio a luz. \v 20 En el momento cuando moría, las que estaban junto a ella decían: No temas, porque diste a luz un hijo. Pero ella no respondió ni prestó atención. \p \v 21 Y llamó al niño Icabod y dijo: ¡Traspasada es la gloria de Israel, porque el Arca de \nd ʼElohim\nd* fue capturada! Su suegro y su esposo murieron. \v 22 Y dijo: ¡La gloria de Israel es traspasada, porque el Arca de \nd ʼElohim\nd* fue capturada! \c 5 \s1 El Arca entre los filisteos \p \v 1 Cuando los filisteos tomaron el Arca de \nd ʼElohim\nd*, la llevaron de Ebenezer a Asdod. \v 2 Los filisteos tomaron el Arca de \nd ʼElohim\nd*, la introdujeron en el templo de Dagón y la pusieron junto a Dagón. \v 3 Cuando los de Asdod madrugaron el día siguiente, ¡ahí estaba Dagón postrado en tierra ante el Arca de \nd Yavé\nd*! Y tomaron a Dagón y lo devolvieron a su sitio. \v 4 El día siguiente, al volver a levantarse de mañana, ¡ahí estaba Dagón tendido, caído en tierra ante el Arca de \nd Yavé\nd*! Y la cabeza de Dagón y sus manos estaban cortadas en la entrada. Solo le quedó a Dagón el tronco. \v 5 Por esta causa, los sacerdotes de Dagón y todos los que entran en el templo de Dagón, no pisan la entrada de Dagón en Asdod hasta hoy. \p \v 6 La mano de \nd Yavé\nd* se endureció sobre los de Asdod y los castigó. En Asdod y en todos sus alrededores los hirió con tumores. \v 7 Cuando los hombres de Asdod vieron que eso era así, dijeron: El Arca del \nd ʼElohim\nd* de Israel no debe permanecer con nosotros, porque su mano es dura contra nosotros y contra Dagón, nuestro \tl ʼelohim\tl*. \p \v 8 Convocaron a todos los jefes de los filisteos y dijeron: ¿Qué hacemos con el Arca del \nd ʼElohim\nd* de Israel? \p Y ellos respondieron: Que el Arca del \nd ʼElohim\nd* de Israel sea trasladada a Gat. Y trasladaron el Arca del \nd ʼElohim\nd* de Israel. \v 9 Pero sucedió, después que la trasladaron, que la mano de \nd Yavé\nd* cayó contra la ciudad y causó gran consternación. Golpeó a los hombres de aquella ciudad, desde el pequeño hasta el grande, y se llenaron de tumores. \p \v 10 Entonces enviaron el Arca de \nd ʼElohim\nd* a Ecrón. Y cuando el Arca de \nd ʼElohim\nd* llegó a Ecrón, los ecronitas dieron voces y dijeron: ¡Trajeron el Arca del \nd ʼElohim\nd* de Israel para matarnos a nosotros y a nuestro pueblo! \p \v 11 Convocaron a todos los jefes de los filisteos y dijeron: ¡Envíen el Arca del \nd ʼElohim\nd* de Israel y que vuelva a su propio lugar, para que no nos mate a nosotros y a nuestro pueblo! Porque hubo un pánico mortal en toda la ciudad, y la mano de \nd ʼElohim\nd* se endureció allí. \p \v 12 Los que no morían eran afectados con tumores, y el clamor de la ciudad subía al cielo. \c 6 \s1 Devolución del Arca \p \v 1 El Arca de \nd Yavé\nd* permaneció siete meses en el campo de los filisteos. \v 2 Entonces los filisteos convocaron a sus sacerdotes y adivinos y les preguntaron: ¿Qué hacemos con el Arca de \nd Yavé\nd*? Dígannos de qué manera la debemos enviar a su lugar. \p \v 3 Y respondieron: Si envían el Arca del \nd ʼElohim\nd* de Israel, no la envíen vacía, sino ciertamente deben devolverle a Él una ofrenda por la culpa, y entonces serán sanados. De esta manera sabrán por qué su mano no se apartó de sobre ustedes. \p \v 4 Y ellos preguntaron: ¿Cuál será la ofrenda por la culpa que le debemos enviar? \p Y respondieron: Cinco tumores de oro y cinco ratones de oro, según el número de los jefes de los filisteos, por cuanto una misma plaga estuvo sobre todos ustedes y sus jefes. \v 5 Por tanto, hagan figuras de sus tumores y de los ratones que destruyen la tierra, y den gloria al \nd ʼElohim\nd* de Israel. Tal vez alivie su mano de sobre ustedes, sus \tl ʼelohim\tl*, y su tierra. \v 6 ¿Por qué endurecen sus corazones, como los egipcios y Faraón endurecieron sus corazones? Después que él se burló de ellos, ¿no los dejaron ir, y salieron? \p \v 7 Ahora pues, tomen y preparen un carruaje nuevo y dos vacas que estén criando, sobre las cuales no se haya puesto ningún yugo. Sujeten las vacas al carruaje y dejen sus becerros en el establo lejos de ellas. \v 8 Después tomen el Arca de \nd Yavé\nd* y pónganla en el carruaje. Y pondrán en una caja al lado de ella los objetos de oro que le devuelven como ofrenda por la culpa. Y dejarán que \add el Arca\add* se vaya. \v 9 Observen, si sube por el camino de su territorio hacia Bet-semes, \add entendemos que\add* Él nos hizo este gran mal. Pero si no, entonces sabremos que no fue su mano la que nos golpeó, sino que nos ocurrió por accidente. \p \v 10 Y aquellos hombres lo hicieron así: Tomaron dos vacas que estaban criando, las sujetaron al carruaje y encerraron sus becerros en el establo. \v 11 Luego pusieron el Arca de \nd Yavé\nd* en el carruaje, junto con la caja de los ratones de oro y las figuras de sus tumores. \v 12 Las vacas se encaminaron por el camino de Bet-semes, y seguían un camino recto, andaban y bramaban sin apartarse ni a la derecha ni a la izquierda. Los jefes de los filisteos fueron tras ellas hasta el límite de Bet-semes. \p \v 13 Los de Bet-semes cosechaban el trigo en el valle, y al levantar sus ojos, vieron el Arca y se regocijaron al verla. \v 14 El carruaje llegó al campo de Josué de Bet-semes, y se detuvo allí, donde había una gran piedra. Ellos entonces cortaron la madera del carruaje, y ofrecieron las vacas en holocausto a \nd Yavé\nd*. \v 15 Levitas bajaron el Arca de \nd Yavé\nd* y la caja que estaba a su lado, que tenía adentro los objetos de oro, y los pusieron sobre aquella gran piedra. Aquel día los hombres de Bet-semes ofrecieron holocaustos y sacrificios a \nd Yavé\nd*. \v 16 Cuando los cinco jefes de los filisteos vieron esto, regresaron a Ecrón aquel mismo día. \p \v 17 Los tumores de oro que los filisteos pagaron a \nd Yavé\nd* como ofrenda por la culpa, fueron estos: uno por Asdod, uno por Gaza, uno por Ascalón, uno por Gat y uno por Ecrón. \v 18 Los ratones de oro eran según el número de todas las ciudades de los filisteos pertenecientes a los cinco jefes, tanto ciudades fortificadas como pueblos sin muro. La gran piedra sobre la cual pusieron el Arca de \nd Yavé\nd*, permanece en el campo de Josué de Bet-semes hasta hoy. \p \v 19 Pero Él castigó a algunos de los hombres de Bet-semes porque miraron dentro del Arca de \nd Yavé\nd*. De todo el pueblo mató a 50.070 hombres, y el pueblo hizo duelo porque \nd Yavé\nd* lo castigó con gran mortandad. \v 20 Entonces los hombres de Bet-semes dijeron: ¿Quién podrá permanecer en pie delante de \nd Yavé\nd*, el \nd ʼElohim\nd* santo? ¿A quién subirá desde nosotros? \p \v 21 Y enviaron mensajeros a los habitantes de Quiriat-jearim y dijeron: ¡Los filisteos devolvieron el Arca de \nd Yavé\nd*! Bajen, y súbanla al lugar de ustedes. \c 7 \s1 Samuel, juez de Israel \p \v 1 Entonces los hombres de Quiriat-jearim fueron y subieron el Arca de \nd Yavé\nd* a la región montañosa. La pusieron en casa de Abinadab y consagraron a Eleazar, su hijo, para que guardara el Arca de \nd Yavé\nd*. \v 2 Desde el día cuando el Arca quedó en Quiriat-jearim pasaron muchos días, 20 años, y toda la casa de Israel lamentaba tras \nd Yavé\nd*. \p \v 3 Samuel habló a toda la casa de Israel: Si vuelven a \nd Yavé\nd* con todo su corazón, quiten de en medio de ustedes los \tl ʼelohim\tl* extraños y a Astarot, preparen su corazón para \nd Yavé\nd* y sirvan solo a Él, Él los librará de la mano de los filisteos. \v 4 Los hijos de Israel quitaron los baales y a Astarot, y sirvieron solo a \nd Yavé\nd*. \p \v 5 Luego dijo Samuel: Reúnan a todo Israel en Mizpa, y yo oraré a \nd Yavé\nd* por ustedes. \v 6 Se reunieron en Mizpa. Sacaron agua y la derramaron delante de \nd Yavé\nd*. Ayunaron aquel día allí y dijeron: ¡Pecamos contra \nd Yavé\nd*! Y Samuel juzgó a los hijos de Israel en Mizpa. \p \v 7 Cuando los filisteos oyeron que los hijos de Israel se reunieron en Mizpa, los jefes de los filisteos subieron contra Israel. Al oír esto, los hijos de Israel tuvieron temor a los filisteos. \v 8 Los hijos de Israel dijeron a Samuel: No ceses de clamar a \nd Yavé\nd* nuestro \nd ʼElohim\nd* por nosotros para que nos salve de mano de los filisteos. \v 9 Samuel tomó un corderito lechal y lo ofreció entero en holocausto a \nd Yavé\nd*. Samuel clamó a \nd Yavé\nd* por Israel, y \nd Yavé\nd* lo escuchó. \p \v 10 Aconteció que mientras Samuel ofrecía el holocausto, los filisteos llegaron para combatir a Israel. Pero \nd Yavé\nd* tronó aquel día con grande estruendo sobre los filisteos y los desbarató. Fueron derrotados delante de Israel. \v 11 Los hombres de Israel salieron de Mizpa, persiguieron a los filisteos y los mataron hasta más abajo de Bet-car. \p \v 12 Luego Samuel tomó una piedra y la asentó entre Mizpa y Sen. La llamó Ebenezer y dijo: Hasta aquí nos ayudó \nd Yavé\nd*. \p \v 13 Así los filisteos fueron sometidos, y no volvieron a entrar dentro del límite de Israel. La mano de \nd Yavé\nd* estuvo contra los filisteos todos los días de Samuel. \v 14 Las ciudades que los filisteos les tomaron fueron restituidas a los hijos de Israel, desde Ecrón hasta Gat. Israel libró su territorio de mano de los filisteos. También hubo paz entre Israel y los amorreos. \p \v 15 Samuel juzgó a Israel todos los días de su vida. \v 16 Él acostumbraba ir cada año en un camino por Bet-ʼEl, Gilgal y Mizpa, y juzgaba a Israel en todos esos lugares. \v 17 Después regresaba a Ramá, pues allí estaba su casa. Allí también juzgaba a Israel, y allí edificó un altar a \nd Yavé\nd*. \c 8 \s1 Los hijos de Samuel como jueces \p \v 1 Aconteció que cuando Samuel envejeció, designó a sus hijos como jueces de Israel. \v 2 Su hijo primogénito era Joel, y el segundo, Abías. Eran jueces en Beerseba. \v 3 Pero sus hijos no andaban por los caminos de él, sino se apartaron tras la ganancia deshonesta. Recibían soborno y pervertían la justicia. \s1 Clamor de Israel por un rey \p \v 4 Entonces todos los ancianos de Israel se reunieron y fueron a Samuel en Ramá, \v 5 y le dijeron: Mira, tú envejeciste, y tus hijos no andan por tus caminos. Por tanto, desígnanos un rey que nos juzgue, como todas las naciones tienen. \p \v 6 Pero fue desagradable ante Samuel que dijeran: Danos un rey que nos juzgue. Y Samuel oró a \nd Yavé\nd*. \v 7 \nd Yavé\nd* dijo a Samuel: \wj Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan, porque no te rechazan a ti, sino a Mí, para que no reine sobre ellos.\wj* \v 8 \wj Hasta hoy hacen conmigo según todas las obras que hicieron desde el día cuando los saqué de Egipto, cuando me dejaron y sirvieron a otros \+tl ʼelohim\+tl*.\wj* \v 9 \wj Ahora pues, escucha su voz. Pero adviérteles con solemnidad sobre el procedimiento del rey que reinará sobre ellos.\wj* \p \v 10 Samuel habló todas las Palabras de \nd Yavé\nd* al pueblo que pidió rey: \v 11 Este será el procedimiento del rey que reine sobre ustedes: Tomará a sus hijos y los pondrá a su servicio para sus carruajes y como sus jinetes para que corran delante de su carroza. \v 12 Los designará para él como jefes de millares y jefes de cincuentenas para arar sus campos, recoger su cosecha y hacer sus armas de guerra y los equipos de guerra de sus carruajes. \v 13 Tomará a sus hijas como perfumistas, cocineras y panaderas. \v 14 Tomará sus campos, sus viñas y sus mejores olivares, y los dará a sus esclavos. \v 15 Tomará el diezmo del grano y de las viñas de ustedes para darlo a sus oficiales y a sus esclavos. \v 16 Tomará sus esclavos, sus esclavas, sus mejores jóvenes y sus asnos, y hará sus labores con ellos. \v 17 Tomará el diezmo del rebaño de ustedes y ustedes mismos serán sus esclavos. \v 18 Aquel día clamarán a causa del rey a quien escogieron, y \nd Yavé\nd* no les responderá. \p \v 19 Pero el pueblo no quiso escuchar la voz de Samuel, sino dijo: No. Habrá rey sobre nosotros, \v 20 y también seremos como todas las naciones. Nuestro rey nos gobernará, saldrá al frente de nosotros y peleará nuestras batallas. \p \v 21 Samuel escuchó todas las palabras del pueblo y las habló a oídos de \nd Yavé\nd*. \v 22 \nd Yavé\nd* dijo a Samuel: \wj Escucha la voz de ellos y desígnales un rey.\wj* \p Entonces dijo Samuel a los hombres de Israel: Regrese cada uno a su ciudad. \c 9 \s1 Saúl \p \v 1 Había un varón de Benjamín, hombre valiente llamado Cis, hijo de Abiel, hijo de Zeror, hijo de Becorat, hijo de Afía, hijo de un benjamita. \v 2 Él tenía un hijo llamado Saúl, joven elegante y simpático, tanto que entre los hijos de Israel no había otro mejor que él. De los hombros arriba era más alto que cualquiera del pueblo. \p \v 3 Y las asnas de Cis, el padre de Saúl, se perdieron, por lo cual Cis mandó a su hijo Saúl: Toma ahora contigo a uno de los esclavos, levántate y vé a buscar las asnas. \v 4 Entonces él pasó por la región montañosa de Efraín y atravesó la tierra de Salisa, pero no las hallaron. Pasaron luego por la tierra de Saalim, y nada. Atravesaron la tierra de Benjamín y no las hallaron. \p \v 5 Cuando llegaron a la tierra de Suf, Saúl dijo al esclavo que estaba con él: Vayamos, regresemos, no sea que mi padre olvide las asnas y se preocupe por nosotros. \p \v 6 Pero él le respondió: Mira, en esta ciudad hay un varón de \nd ʼElohim\nd* que es famoso. Todo lo que él dice acontece sin falta. Vayamos allá. Quizás nos diga el camino por el cual debemos ir. \p \v 7 Saúl respondió a su esclavo: Pero si vamos, ¿qué llevamos al varón? Porque el pan de nuestras alforjas se acabó. No tenemos presente para llevar al varón de \nd ʼElohim\nd*. ¿Qué tenemos? \p \v 8 Entonces el esclavo volvió a contestar a Saúl: Mira, tengo en mi poder una moneda de 2,75 gramos de plata. Se la daré al varón de \nd ʼElohim\nd* para que nos indique nuestro camino. \v 9 Antiguamente en Israel cualquiera que iba a consultar a \nd ʼElohim\nd* decía: Vamos al vidente, porque el profeta de la actualidad era llamado vidente. \p \v 10 Entonces Saúl dijo a su esclavo: Bien dicho. Anda, vayamos. Y fueron a la ciudad donde estaba el varón de \nd ʼElohim\nd*. \p \v 11 Cuando subían por la cuesta de la ciudad, hallaron a unas jóvenes que salían a buscar agua, a las cuales preguntaron: ¿Está aquí el vidente? \p \v 12 Y ellas respondieron: Sí, ahí está adelante de ti. Ahora pues, suban de inmediato, pues hoy vino a la ciudad porque hoy el pueblo tiene un sacrificio en el lugar alto. \v 13 Al entrar en la ciudad, lo hallarán, antes que suba al lugar alto a comer, porque el pueblo no comerá hasta que él llegue, pues él tiene que bendecir el sacrificio, y después comerán los invitados. Ahora pues, suban, porque enseguida lo hallarán. \p \v 14 Ellos entonces subieron a la ciudad. Cuando llegaron al centro de la ciudad, ahí salía Samuel hacia a ellos para subir al lugar alto. \p \v 15 Un día antes que Saúl llegara, \nd Yavé\nd* lo reveló al oído de Samuel: \v 16 \wj Mañana a esta hora te enviaré a un varón de la tierra de Benjamín, al cual ungirás como jefe de mi pueblo Israel. Él librará a mi pueblo de mano de los filisteos, porque Yo vi a mi pueblo, y su clamor llegó hasta Mí.\wj* \p \v 17 Cuando Samuel vio a Saúl, \nd Yavé\nd* le dijo: \wj Aquí está el varón de quien te hablé. Éste gobernará a mi pueblo.\wj* \p \v 18 Cuando Saúl se acercó a Samuel en medio de la puerta, le dijo: Te ruego que me digas dónde está la casa del vidente. \p \v 19 Samuel respondió a Saúl: Yo soy el vidente. Sube delante de mí al lugar alto, y coman hoy conmigo. Por la mañana te despediré y te diré todo lo que hay en tu corazón. \v 20 En cuanto a las asnas que se te perdieron hace tres días, no te preocupes por ellas, porque fueron halladas. Además, ¿para quién es todo lo deseable de Israel sino para ti y para toda la casa de tu padre? \p \v 21 Saúl respondió: ¿No soy yo un benjamita, de la más pequeña de las tribus de Israel? Y mi familia, ¿no es la más pequeña de las familias de la tribu de Benjamín? ¿Por qué me hablas de ese modo? \p \v 22 Entonces Samuel tomó a Saúl y a su esclavo y los introdujo en la sala. Les dio lugar en la cabecera de los convidados, los cuales eran unos 30 hombres. \v 23 Samuel dijo al cocinero: Trae la porción que te di, de la cual te dije: Ponla aparte. \p \v 24 Entonces el cocinero tomó una espaldilla con lo que estaba sobre ella, y la colocó delante de Saúl. Y Samuel dijo: Aquí está lo que estaba reservado. Ponlo delante de ti y come, pues en el momento apropiado fue guardado para ti, aun desde cuando invité al pueblo. Aquel día Saúl comió con Samuel. \p \v 25 Cuando bajaron del lugar alto a la ciudad, habló con Saúl en la azotea. \v 26 Madrugaron, y aconteció que al despuntar el alba, Samuel llamó a Saúl a la azotea y dijo: ¡Levántate, y te despediré! Entonces Saúl se levantó, y ambos salieron. \v 27 Cuando bajaban al extremo de la ciudad, Samuel le dijo a Saúl: Dile al muchacho que pase adelante de nosotros. Pero tú espera un poco para que oigas Palabra de \nd ʼElohim\nd*. Y el muchacho pasó adelante. \c 10 \s1 Saúl ungido rey \p \v 1 Samuel tomó la vasija de aceite y la derramó sobre la cabeza de \add Saúl\add*. Lo besó y le dijo: ¿No te ungió \nd Yavé\nd* para que seas jefe de su heredad? \v 2 Al alejarte hoy de mí, hallarás a dos hombres junto al sepulcro de Raquel en Selsa, el límite de Benjamín, quienes te dirán: Las asnas que buscabas fueron halladas. Pero mira, tu padre dejó a un lado lo de las asnas y está preocupado por ustedes, y dice: ¿Qué hago en cuanto a mi hijo? \p \v 3 Luego cuando pases de allí adelante y llegues al roble de Tabor, te saldrán al encuentro tres hombres que suben a \nd ʼElohim\nd* en Bet-ʼEl, uno que lleva tres cabritos, otro que lleva tres tortas de pan y otro que lleva un odre de vino. \v 4 Ellos te saludarán y te darán dos panes, los cuales recibirás de sus manos. \p \v 5 Después de esto llegarás a la colina de \nd ʼElohim\nd* donde hay una guarnición de los filisteos. Cuando entres en la ciudad, encontrarás un grupo de profetas que bajan del alto, precedidos de salterios, panderos, flautas y arpas. Ellos estarán profetizando. \v 6 Entonces el Espíritu de \nd Yavé\nd* vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos. Serás cambiado en otro hombre. \v 7 Cuando te sucedan estas señales, haz lo que te venga a la mano, porque \nd ʼElohim\nd* está contigo. \p \v 8 Luego bajarás adelante de mí a Gilgal. Y mira, yo bajaré a ti para ofrecer holocaustos y sacrificar ofrendas de paz. Espera siete días, hasta que yo vaya a ti y te indique lo que debes hacer. \p \v 9 Sucedió que cuando él volvió la espalda para alejarse de Samuel, \nd ʼElohim\nd* le cambió el corazón. Todas esas señales ocurrieron aquel día. \v 10 Cuando llegaron a la Colina, ciertamente la compañía de profetas llegaba a encontrarse con él, y el Espíritu de \nd ʼElohim\nd* se apoderó de él, y profetizó entre ellos. \v 11 Sucedió que cuando todos los que lo conocían vieron que profetizaba con los profetas, los del pueblo se decían el uno al otro: ¿Qué le sucedió al hijo de Cis? ¿También Saúl está entre los profetas? \p \v 12 Un hombre de allí dijo: ¿Y quién es el padre de ellos? Por esta causa se convirtió en refrán: ¿También Saúl está entre los profetas? \p \v 13 Cesó de profetizar, y al llegar al lugar alto, \v 14 el tío de Saúl le preguntó a él y a su esclavo: ¿A dónde fueron? Y él respondió: A buscar las asnas, y como no aparecían, acudimos a Samuel. \p \v 15 Y el tío de Saúl dijo: Te ruego que me declares lo que les dijo Samuel. \p \v 16 Saúl respondió a su tío: Nos dijo claramente que las asnas fueron halladas. Pero nada dijo relacionado con lo que Samuel le dijo sobre el reino. \p \v 17 Entonces Samuel convocó al pueblo a reunirse ante \nd Yavé\nd* en Mizpa \v 18 y dijo a los hijos de Israel: \nd Yavé ʼElohim\nd* de Israel dice: \wj Yo saqué a Israel de Egipto, y los libré de mano de los egipcios y de todos los reinos que los oprimieron.\wj* \v 19 \wj Pero hoy ustedes rechazaron a su \+nd ʼElohim\+nd*, Quien los salva de todas sus desgracias y angustias. Le dijeron: No. Más bien, designa un rey sobre nosotros. Ahora pues, preséntense ante \+nd Yavé\+nd* según sus tribus y según sus familias.\wj* \p \v 20 Samuel acercó a las tribus de Israel, y fue seleccionada la tribu de Benjamín. \v 21 Luego acercó a la tribu de Benjamín según sus familias, y fue designada la familia de Matri. De ella Saúl, hijo de Cis, fue seleccionado, pero cuando lo buscaron, no fue hallado. \v 22 Entonces consultaron otra vez a \nd Yavé\nd*: ¿Ese varón ya llegó aquí? \p Y respondió \nd Yavé\nd*: \wj Ahí está, escondido entre el equipo militar.\wj* \p \v 23 Corrieron y lo sacaron de allí. Cuando se presentó en medio del pueblo, vieron que de los hombros para arriba era más alto que todos. \v 24 Samuel dijo a todo el pueblo: ¿Vieron al que \nd Yavé\nd* eligió? En todo el pueblo nadie hay como él. \p Entonces el pueblo exclamó: ¡Viva el rey! \p \v 25 Luego Samuel explicó al pueblo los procedimientos del reino y los escribió en el rollo que presentó a \nd Yavé\nd*. Después Samuel despidió a todo el pueblo, cada uno a su casa. \p \v 26 Saúl fue también a su casa en Gabaa, y algunos hombres valientes cuyos corazones \nd ʼElohim\nd* tocó fueron con él. \v 27 Pero algunos hombres perversos dijeron: ¿Cómo nos va a salvar éste? Lo despreciaron y no le llevaron algún presente. Pero él disimuló. \c 11 \s1 Derrota de los amonitas \p \v 1 Nahas amonita subió y acampó contra Jabes de Galaad. Todos los hombres de Jabes dijeron a Nahas: Pacten con nosotros y les serviremos. \p \v 2 Nahas amonita les respondió: Con esta condición pactaré con ustedes: Que a cada uno de ustedes les saque el ojo derecho, y ponga esta afrenta sobre todo Israel. \p \v 3 Entonces los ancianos de Jabes le dijeron: Danos siete días para que enviemos mensajeros por todo el territorio de Israel, y si no hay quien nos libre, nos rendiremos a ti. \p \v 4 Cuando los mensajeros llegaron a Gabaa de Saúl, dijeron estas palabras a oídos del pueblo, y todo el pueblo alzó su voz y lloró. \v 5 Aconteció que Saúl llegaba del campo tras los bueyes, y preguntó: ¿Qué le pasa al pueblo? ¿Por qué llora? Y le hablaron las palabras de los hombres de Jabes. \p \v 6 Cuando él oyó estas palabras, el Espíritu de \nd ʼElohim\nd* vino poderosamente sobre Saúl, y su ira se encendió muchísimo. \v 7 Tomó un par de bueyes, los cortó en trozos y los repartió por todo el territorio de Israel por medio de mensajeros que decían: Así se hará con los bueyes del que no salga tras Saúl y Samuel. Y el temor a \nd Yavé\nd* cayó sobre el pueblo, y salieron como un solo hombre. \v 8 Les pasó revista en Bezec: los hijos de Israel eran 300.000, y los hombres de Judá 30.000. \p \v 9 Y dijeron a los mensajeros que llegaron: Así dirán a los hombres de Jabes de Galaad: Mañana, al calentar el sol, serán librados. Los mensajeros fueron y lo informaron a los hombres de Jabes, y ellos se alegraron. \v 10 Entonces los de Jabes les dijeron \add a los amonitas\add*: Mañana saldremos a ustedes, y hagan con nosotros lo que les parezca bien. \p \v 11 En la madrugada Saúl dispuso al pueblo en tres escuadrones. Entre las tres y las seis de la mañana entraron en medio del campamento y atacaron a los amonitas hasta el calor del día, y el resto fue dispersado sin que quedaran dos de ellos juntos. \p \v 12 Entonces el pueblo preguntó a Samuel: ¿Quiénes son los que preguntaban si reinará Saúl sobre nosotros? ¡Entréguennos a esos hombres para que los matemos! \p \v 13 Saúl dijo: Ninguno morirá hoy, porque \nd Yavé\nd* dio liberación en Israel. \p \v 14 Samuel dijo al pueblo: Vengan, vayamos a Gilgal y renovemos allí el reino. \v 15 Así que todo el pueblo fue a Gilgal, y confirmaron a Saúl como rey delante de \nd Yavé\nd* en Gilgal. Allí ofrecieron sacrificios de paz delante de \nd Yavé\nd*. Saúl y todos los hombres de Israel tuvieron gran regocijo. \c 12 \s1 Exhortación de Samuel \p \v 1 Entonces Samuel dijo a todo Israel: Ciertamente escuché su voz en todo lo que me dijeron. Constituí un rey que reine sobre ustedes. \v 2 Ahora, miren, su rey marcha al frente de ustedes. Yo ya soy anciano y canoso, y también mis hijos están delante de ustedes. Desde mi juventud hasta hoy yo anduve delante de ustedes. \v 3 Aquí estoy, testifiquen contra mí en presencia de \nd Yavé\nd* y de su ungido, si tomé el buey o el asno de alguno, si calumnié a alguien, si agravié a alguno, o si de algún modo acepté soborno ante lo cual cerré mis ojos. Yo se lo restituiré. \p \v 4 Entonces dijeron: Nunca nos calumniaste, ni agraviaste, ni tomaste algo de mano de algún hombre. \p \v 5 Y él les dijo: \nd Yavé\nd* es testigo contra ustedes y su ungido es testigo hoy, que nada hallaron en mi mano. \p Ellos respondieron: Es testigo. \p \v 6 Samuel dijo al pueblo: \nd Yavé\nd* es el que designó a Moisés y a Aarón, Quien sacó a sus antepasados de la tierra de Egipto. \v 7 Ahora pues, estén quietos, para que yo razone con ustedes delante de \nd Yavé\nd* sobre todos los actos justos que \nd Yavé\nd* hizo con ustedes y con sus antepasados. \p \v 8 Después que Jacob entró en Egipto, sus antepasados clamaron a \nd Yavé\nd*, y \nd Yavé\nd* envió a Moisés y a Aarón, quienes sacaron a sus antepasados de Egipto, y los establecieron en este lugar. \p \v 9 Pero ellos se olvidaron de \nd Yavé\nd* su \nd ʼElohim\nd*, y Él los entregó en mano de Sísara, jefe del ejército de Hazor, en mano de los filisteos, y en mano del rey de Moab, quienes pelearon contra ellos. \v 10 Entonces ellos clamaron a \nd Yavé\nd*: Pecamos, abandonamos a \nd Yavé\nd* y servimos a los baales y a Astarot. ¡Líbranos ahora de la mano de nuestros enemigos, y te serviremos! \v 11 \nd Yavé\nd* envió a Jerobaal, Bedán, Jefté y Samuel, y los libró de mano de sus enemigos de alrededor y vivieron con seguridad. \p \v 12 Pero cuando vieron que Nahas, rey de los hijos de Amón, venía contra ustedes, me dijeron: No. Un rey reinará sobre nosotros, aun cuando \nd Yavé\nd* su \nd ʼElohim\nd* era su Rey. \v 13 Ahora pues, aquí tienen al rey que eligieron, el cual pidieron. Ciertamente \nd Yavé\nd* designó rey sobre ustedes. \v 14 Si temen a \nd Yavé\nd*, le sirven, obedecen su voz y no son rebeldes a la Palabra de \nd Yavé\nd*, y si tanto ustedes como su rey sirven a \nd Yavé\nd* su \nd ʼElohim\nd*, harán bien. \v 15 Pero si no obedecen la voz de \nd Yavé\nd* y son rebeldes a la Palabra de \nd Yavé\nd*, la mano de \nd Yavé\nd* estará contra ustedes y contra su rey. \p \v 16 Aun ahora preséntense y vean la gran maravilla que hace \nd Yavé\nd* ante sus ojos: \v 17 ¿No es ahora la cosecha del trigo? Invocaré a \nd Yavé\nd* para que Él envíe truenos y lluvia. Sabrán y verán que fue grande la perversidad que cometieron ante \nd Yavé\nd* al pedir un rey para ustedes. \p \v 18 Entonces Samuel invocó a \nd Yavé\nd*. Ese día \nd Yavé\nd* envió truenos y lluvia, y todo el pueblo temió grandemente a \nd Yavé\nd* y a Samuel. \p \v 19 Todo el pueblo dijo a Samuel: Ora por tus esclavos ante \nd Yavé\nd* tu \nd ʼElohim\nd* para que no muramos, porque añadimos a todos nuestros pecados este mal de pedir rey para nosotros. \p \v 20 Samuel respondió al pueblo: No teman. Ustedes cometieron todo este mal. Sin embargo, no se aparten de seguir a \nd Yavé\nd*, sino sírvanle con todo su corazón. \v 21 No se aparten tras vanidades que no aprovechan ni libran, porque son vanidades. \v 22 Porque \nd Yavé\nd* no abandonará a su pueblo por su gran Nombre, pues \nd Yavé\nd* se complació en convertirlos en pueblo suyo. \v 23 Por tanto, lejos esté de mí que peque contra \nd Yavé\nd* al cesar de orar por ustedes. Más bien los instruiré en el camino bueno y recto. \v 24 Solo teman a \nd Yavé\nd*, y sírvanle de verdad con todo su corazón, pues consideren cuán grandes cosas hizo por ustedes. \v 25 Pero si persisten en hacer el mal, perecerán, tanto ustedes como su rey. \c 13 \s1 Guerra contra los filisteos \p \v 1 Saúl tenía \add 30\add* años cuando comenzó a reinar, y reinó sobre Israel 42 años. \p \v 2 Saúl escogió 3.000 hombres de Israel para él, de los cuales 2.000 estaban con él en Micmás, en la región montañosa de Bet-ʼEl, y 1.000 con Jonatán en Gabaa de Benjamín. Y despidió al resto del pueblo, cada uno a sus tiendas. \p \v 3 Jonatán atacó a la guarnición de los filisteos que estaba en Gabaa, y los filisteos lo oyeron. Entonces Saúl ordenó soplar la corneta por toda la tierra y dijo: ¡Oigan los hebreos! \v 4 Todo Israel oyó decir que Saúl atacó la guarnición de los filisteos, y que Israel era repugnante a los filisteos. Y el pueblo fue convocado por Saúl a Gilgal. \p \v 5 Entonces los filisteos se reunieron para pelear contra Israel: 30.000 carruajes, 7.000 jinetes, y gente en multitud como la arena que está en la orilla del mar, quienes subieron y acamparon en Micmás, al oriente de Bet-aven. \p \v 6 Cuando los hombres de Israel vieron que estaban en peligro, porque el pueblo estaba en grave aprieto, se ocultaron en cuevas, matorrales, entre peñascos, y en excavaciones profundas y cisternas. \v 7 Algunos de los hebreos cruzaron el Jordán hacia la tierra de Gad y de Galaad. Pero Saúl estaba aún en Gilgal, y todo el pueblo temblaba e iba tras él. \p \v 8 Él esperó siete días, según el plazo que Samuel fijó, pero Samuel no llegaba a Gilgal, y el pueblo desertaba. \p \v 9 Entonces Saúl dijo: Tráiganme el holocausto y las ofrendas de paz. Él mismo ofreció el holocausto. \v 10 Cuando acababa de inmolar el holocausto, ahí llegaba Samuel, y Saúl salió a encontrarlo para saludarlo. \v 11 Samuel le preguntó: ¿Qué hiciste? Y Saúl respondió: Porque vi que el pueblo desertaba, que tú no llegabas según el plazo convenido, y que los filisteos estaban reunidos en Micmás, \v 12 me dije: Los filisteos bajarán ahora contra mí en Gilgal, y yo no he implorado el favor de \nd Yavé\nd*. \p Así que me esforcé y ofrecí el holocausto. \v 13 Samuel dijo a Saúl: ¡Actuaste neciamente! No guardaste el mandamiento que \nd Yavé\nd* tu \nd ʼElohim\nd* te ordenó, porque en este momento \nd Yavé\nd* hubiera establecido tu reino sobre Israel para siempre. \v 14 Pero ahora tu reino no será duradero. \nd Yavé\nd* se buscó un varón según su corazón, al cual \nd Yavé\nd* designó como jefe de su pueblo, porque tú no guardaste lo que \nd Yavé\nd* te ordenó. \v 15 Samuel se levantó y subió de Gilgal a Gabaa de Benjamín. Y Saúl pasó revista a la gente que estaba con él, como 600 hombres. \p \v 16 Entonces Saúl, su hijo Jonatán y el pueblo que se hallaba con ellos, permanecían en Gabaa de Benjamín, pero los filisteos acampaban en Micmás. \v 17 Del campamento de los filisteos salieron tres escuadrones de merodeadores: un escuadrón se dirigió por el camino de Ofra hacia la tierra de Sual, \v 18 el otro escuadrón marchó rumbo a Bethorón, y el tercer escuadrón avanzó al territorio que mira al valle de Zeboim, hacia el desierto. \p \v 19 En toda la tierra de Israel no había ni un herrero, porque los filisteos dijeron: Que los hebreos no se hagan espadas ni lanzas. \p \v 20 Así que todos los de Israel tenían que bajar a los filisteos para afilar su reja, su azadón, su hacha o su hoz. \v 21 El precio del afilado era siete gramos de plata tanto por las rejas de arado, como por los azadones, los tridentes, las hachas o por el arreglo de una garrocha. \p \v 22 Por tanto aconteció que el día de la batalla no se hallaba ni una espada ni una lanza en las manos de los del pueblo que estaba con Saúl, pero Saúl y su hijo Jonatán sí tenían. \v 23 La guarnición de los filisteos fue hasta el paso de Micmás. \c 14 \s1 Valentía de Jonatán \p \v 1 Sucedió un día que Jonatán, hijo de Saúl, dijo al joven que llevaba sus armas: Ven, pasemos a la guarnición de los filisteos que está en el otro lado. Pero no le dijo a su padre. \p \v 2 Saúl estaba en las afueras de Gabaa, debajo de un granado que está en Migrón. La gente que estaba con él era como 600 hombres. \v 3 Ahías, hijo de Ahitob, hermano de Icabod, hijo de Finees, hijo de Elí, sacerdote de \nd Yavé\nd* en Silo, llevaba el \tl efod\tl*. El pueblo no sabía que Jonatán salió. \p \v 4 Entre los desfiladeros por los cuales Jonatán quería pasar hacia la guarnición de los filisteos, había un peñón rocoso por ambos lados. Uno de ellos se llamaba Bosés y el otro Sené. \v 5 Un peñón se elevaba hacia el norte, a Micmás, y el otro hacia el sur, a Gabaa. \p \v 6 Jonatán dijo al joven que llevaba sus armas: Ven, pasemos a la guarnición de esos incircuncisos. Quizá \nd Yavé\nd* haga algo por medio de nosotros, porque nada impide a \nd Yavé\nd* salvar con muchos o con pocos. \p \v 7 Y el que llevaba sus armas le respondió: Haz todo lo que está en tu corazón, pues estoy aquí contigo a tu voluntad. \v 8 Jonatán respondió: Mira, llegaremos hasta esos hombres y nos mostraremos a ellos. \v 9 Si nos dicen: Esperen hasta que lleguemos a ustedes, entonces nos quedaremos en nuestro lugar y no subiremos a ellos. \v 10 Pero si nos dicen: Suban a nosotros, entonces subiremos, porque \nd Yavé\nd* los entregó en nuestra mano. Esto nos servirá de señal. \p \v 11 Ambos se mostraron a la guarnición de los filisteos, y éstos dijeron: Ahí están los hebreos que salen de las cuevas en las cuales estaban escondidos. \p \v 12 Los hombres de la guarnición gritaron a Jonatán y al que llevaba sus armas: ¡Suban a nosotros, y les informaremos una cosa! \p Y Jonatán dijo al que llevaba sus armas: Sube detrás de mí porque \nd Yavé\nd* los entregó en manos de Israel. \v 13 Jonatán trepó con pies y manos, y el que le llevaba las armas tras él. Y los que caían ante Jonatán, los remataba el que llevaba las armas. \v 14 La primera matanza que Jonatán y el que le llevaba las armas hicieron fue de unos 20 hombres en el espacio de la mitad del terreno que ara la yunta de bueyes en un día. \p \v 15 Hubo temblor en el campamento, en todo el campo y entre todo el pueblo. Aun la guarnición y los merodeadores temblaron. La tierra tembló, de modo que aquel fue un gran temblor. \p \v 16 Los centinelas de Saúl veían desde Gabaa de Benjamín cómo la multitud estaba turbada e iba de un lado a otro. \v 17 Saúl dijo al pueblo que estaba con él: Pasen revista y miren quién de los nuestros salió. Entonces pasaron revista y vieron que faltaban Jonatán y el que llevaba sus armas. \p \v 18 Saúl dijo a Ahías: Trae el Arca de \nd ʼElohim\nd* aquí. Porque en ese tiempo el Arca de \nd ʼElohim\nd* estaba con los hijos de Israel. \v 19 Mientras Saúl hablaba al sacerdote, el alboroto que había en el campamento de los filisteos crecía muchísimo. Entonces Saúl dijo al sacerdote: Retira tu mano. \p \v 20 Saúl y todo el pueblo que estaba con él llegaron hasta el lugar de la batalla. Ciertamente la espada de cada uno \add de los filisteos\add* se volvió contra la de su compañero, y la turbación era muy grande. \v 21 Los hebreos que estaban a favor de los filisteos y subieron con ellos al campamento, se volvieron para incorporarse a los israelitas que estaban con Saúl y Jonatán. \v 22 También todos los israelitas que se escondieron en la región montañosa de Efraín oyeron que los filisteos huían, y salieron para perseguirlos en la batalla. \v 23 Así \nd Yavé\nd* salvó aquel día a Israel. La batalla llegó hasta Bet-aven. \s1 Temeridad de Saúl \p \v 24 Pero los hombres de Israel fueron puestos en apuros aquel día, pues Saúl conjuró al pueblo: Maldito aquel que coma alimento antes de llegar la noche, antes que yo me vengue de mis enemigos. Por lo cual ninguno del pueblo probó bocado. \p \v 25 Todo el pueblo llegó a un bosque donde había miel sobre la superficie del suelo. \v 26 El pueblo entró en el bosque, y en verdad destilaba miel, pero no hubo quien acercara la mano a la boca, pues el pueblo temía al juramento. \p \v 27 Pero Jonatán no oyó cuando su padre conjuró al pueblo, por lo cual extendió la punta de una vara que tenía en la mano, la metió en un panal de miel, se llevó la mano a la boca y fueron aclarados sus ojos. \p \v 28 Entonces uno del pueblo le habló: Tu padre conjuró expresamente al pueblo: Maldito el hombre que hoy coma alimento. Y el pueblo estaba débil. \p \v 29 Y Jonatán respondió: Mi padre turbó la tierra. ¡Miren cómo brillan mis ojos por probar un poco de esta miel! \v 30 ¡Cuánto más si el pueblo come hoy libremente del despojo tomado de sus enemigos! Porque ahora la matanza entre los filisteos no fue grande. \p \v 31 Aquel día destruyeron a los filisteos desde Micmás hasta Ajalón. Pero el pueblo estaba muy cansado. \v 32 El pueblo se lanzó sobre el despojo. Tomaron ovejas, vacas y becerros. Los degollaron en tierra, y el pueblo los comió con la sangre. \v 33 Avisaron a Saúl y le dijeron: Mira, el pueblo peca contra \nd Yavé\nd* al comer la carne con la sangre. \p Y él respondió: Ustedes fueron infieles. Ruédenme ahora hacia acá una piedra grande. \v 34 Además Saúl dijo: Dispérsense entre el pueblo y díganles que cada uno me traiga su buey o su oveja. Degüéllenlo aquí y coman, para que coman y no pequen contra \nd Yavé\nd* al comer la carne con la sangre. Así que aquella noche todo el pueblo, cada uno llevó su buey en su mano y los degollaron allí. \v 35 Saúl edificó un altar a \nd Yavé\nd*, el cual fue el primero que él edificó a \nd Yavé\nd*. \p \v 36 Luego Saúl dijo: Bajemos de noche contra los filisteos. Tomemos despojos de ellos hasta el amanecer y no dejemos ni un hombre de ellos. \p Y ellos respondieron: Haz lo que te parezca bueno. Entonces el sacerdote dijo: Acerquémonos aquí a \nd ʼElohim\nd*. \p \v 37 Saúl consultó a \nd ʼElohim\nd*: ¿Debo bajar contra los filisteos? ¿Los entregarás en mano de Israel? Pero no le dio respuesta aquel día. \p \v 38 Entonces Saúl dijo: Vengan todos ustedes los jefes del pueblo, e investiguen y vean por quién ocurrió este pecado hoy, \v 39 porque ¡vive \nd Yavé\nd*, Quien salva a Israel, que aunque sea mi hijo Jonatán, de seguro morirá! Pero ninguno del pueblo le respondió. \p \v 40 Dijo luego a todo Israel: Ustedes estarán en un lado, y yo y mi hijo Jonatán estaremos en el otro lado. \p Y el pueblo respondió a Saúl: Haz lo que te parezca bien. \p \v 41 Y Saúl dijo a \nd Yavé\nd*, el \nd ʼElohim\nd* de Israel: Da \add respuesta\add* perfecta. Y fueron tomados por suertes Jonatán y Saúl, pero escapó el pueblo. \v 42 Saúl dijo: Echen suertes entre mí y mi hijo Jonatán, y Jonatán fue tomado. \p \v 43 Entonces Saúl dijo a Jonatán: Declárame lo que hiciste. \p Y Jonatán se lo declaró: Ciertamente gusté un poco de miel con la punta de la vara que llevaba en mi mano. ¿Y voy a morir? \p \v 44 Saúl respondió: ¡Así me haga \nd ʼElohim\nd* y aún me añada, sin duda morirás, Jonatán! \p \v 45 Pero el pueblo dijo a Saúl: ¿Tiene que morir Jonatán, quien produjo esta gran liberación en Israel? ¡Lejos esté eso! ¡Vive \nd Yavé\nd* que no caerá a tierra ni un cabello de su cabeza, pues él trabajó hoy con \nd ʼElohim\nd*! Así el pueblo libró a Jonatán, y éste no murió. \p \v 46 Entonces Saúl dejó de perseguir a los filisteos, y los filisteos se fueron a su lugar. \p \v 47 Así Saúl asumió el reinado sobre Israel y combatió a todos sus enemigos alrededor: contra Moab, los hijos de Amón, Edom, los reyes de Sobá y los filisteos. Dondequiera que iba los hostigaba. \v 48 Formó un ejército, derrotó a Amalec y libró a Israel de mano de los que lo despojaban. \p \v 49 Los hijos de Saúl fueron Jonatán, Isúi y Malquisúa. Los nombres de sus dos hijas eran: el de la mayor, Merab, y el de la menor, Mical. \v 50 El nombre de la esposa de Saúl era Ahinoam, hija de Aimaas. El nombre del general de su ejército era Abner, hijo de Ner, tío de Saúl, \v 51 porque Cis, padre de Saúl, y Ner, padre de Abner, eran hijos de Abiel. \p \v 52 Todos los días de Saúl hubo guerra encarnizada contra los filisteos. Cuando Saúl veía algún hombre fuerte y valiente lo incorporaba. \c 15 \s1 Desobediencia de Saúl \p \v 1 Samuel dijo a Saúl: \nd Yavé\nd* me envió a que te ungiera como rey de su pueblo Israel. Por tanto, escucha ahora la voz de las Palabras de \nd Yavé\nd*. \v 2 \nd Yavé\nd* de las huestes dice: \wj Me acuerdo de lo que Amalec hizo a Israel al interponerse en el camino cuando salieron de Egipto.\wj* \v 3 \wj Vé ahora y ataca a Amalec. Destruye todo lo que tiene, y no le tengas compasión. Mata a hombres, mujeres, niños y aun los lactantes, bueyes, ovejas, camellos y asnos.\wj* \p \v 4 Saúl convocó al pueblo y le pasó revista en Telaim: 200.000 guerreros y 10.000 hombres de Judá. \v 5 Saúl fue a la ciudad de Amalec y puso una emboscada en el valle. \v 6 Y Saúl dijo a los ceneos: Salgan de entre los amalecitas para que no los destruya juntamente con ellos, porque ustedes mostraron misericordia a todos los hijos de Israel cuando salieron de Egipto. Así que los ceneos salieron de entre los amalecitas. \p \v 7 Saúl derrotó a los amalecitas desde Havilá hasta llegar a Shur, que está al oriente de Egipto. \v 8 Capturó vivo a Agag, rey de Amalec, y exterminó a todo el pueblo a filo de espada. \v 9 Pero Saúl y el pueblo dejaron vivo a Agag. No quisieron destruir lo mejor de las ovejas, la manada vacuna, los animales engordados, los carneros, y todo lo bueno. No quisieron destruirlos absolutamente, sino todo lo despreciable y sin valor. \p \v 10 Entonces Palabra de \nd Yavé\nd* vino a Samuel: \v 11 \wj Me pesa que designé a Saúl como rey, porque dejó de seguirme, y no cumplió mis Mandamientos.\wj* Samuel se apesadumbró y clamó a \nd Yavé\nd* toda aquella noche. \p \v 12 Samuel madrugó para ir a encontrarse con Saúl por la mañana. Y avisaron a Samuel: Saúl se fue a la montaña Carmelo. Allí se erigió un monumento, y cuando regresó, bajó a Gilgal. \p \v 13 Entonces Samuel fue a Saúl, y Saúl le dijo: ¡Bendito seas tú por \nd Yavé\nd*! ¡Cumplí el mandato de \nd Yavé\nd*! \p \v 14 Pero Samuel le respondió: ¿Entonces qué es ese balido de ovejas que hay en mis oídos, y el mugido de bueyes que oigo? \p \v 15 Saúl dijo: Los trajeron de los amalecitas, porque el pueblo dejó aparte lo mejor de las ovejas y la manada vacuna, para sacrificarlas a \nd Yavé\nd* tu \nd ʼElohim\nd*. Pero destruimos el resto totalmente. \p \v 16 Entonces Samuel dijo a Saúl: Espera, y déjame decirte lo que \nd Yavé\nd* me dijo anoche. \p Y él le respondió: Habla. \p \v 17 Samuel le dijo: Aunque eras pequeño ante tus propios ojos, ¿no fuiste designado jefe de las tribus de Israel? ¿No te ungió \nd Yavé\nd* como rey de Israel? \v 18 \nd Yavé\nd* te confió una misión: \wj Vé, y destruye por completo a los pecadores de Amalec, y hazles guerra hasta que los acabes.\wj* \v 19 ¿Por qué no escuchaste la voz de \nd Yavé\nd*? ¿Por qué te lanzaste sobre el botín, e hiciste lo malo ante \nd Yavé\nd*? \p \v 20 Saúl respondió a Samuel: Al contrario, obedecí la voz de \nd Yavé\nd*, y fui por el camino que \nd Yavé\nd* me envió. Traje a Agag, rey de Amalec, y destruí por completo a los amalecitas. \v 21 Pero el pueblo tomó ovejas y bueyes del despojo, las primicias de lo maldito, para sacrificarlos a \nd Yavé\nd* tu \nd ʼElohim\nd* en Gilgal. \p \v 22 Y Samuel respondió: ¿\nd Yavé\nd* se complace \add tanto\add* en holocaustos y sacrificios como en la obediencia a la voz de \nd Yavé\nd*? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención es mejor que la grasa de los carneros. \v 23 Porque como pecado de brujería es la rebeldía, y la obstinación, como la idolatría y el culto a imágenes. Porque tú desechaste la Palabra de \nd Yavé\nd*, Él también te desechó para que no seas rey. \p \v 24 Saúl respondió a Samuel: Pequé. Ciertamente quebranté el Mandamiento de \nd Yavé\nd* y tus palabras, porque temí al pueblo y obedecí la voz de ellos. \v 25 Ahora te ruego que perdones mi pecado y vuelvas conmigo para que yo pueda postrarme ante \nd Yavé\nd*. \p \v 26 Samuel dijo a Saúl: No volveré contigo, porque desechaste la Palabra de \nd Yavé\nd*, y \nd Yavé\nd* te desechó para que no seas rey de Israel. \p \v 27 Entonces, cuando Samuel se volvía para salir, Saúl se agarró del borde de su manto, y éste se rasgó. \v 28 Samuel le dijo: ¡Hoy \nd Yavé\nd* rasgó el reino de Israel de ti, y lo dio a un prójimo tuyo mejor que tú! \v 29 Además, la Gloria de Israel no miente ni se arrepiente, porque no es hombre para que se arrepienta. \p \v 30 Y él respondió: Pequé. Pero te ruego que me honres ahora ante los ancianos de mi pueblo y ante Israel, y regreses conmigo para que yo me postre ante \nd Yavé\nd* tu \nd ʼElohim\nd*. \v 31 Samuel volvió tras Saúl, y Saúl se postró ante \nd Yavé\nd*. \p \v 32 Luego Samuel dijo: Tráiganme a Agag, rey de Amalec. Y aunque Agag iba a él encadenado, Agag se decía: Ciertamente ya pasó la amargura de la muerte. \p \v 33 Pero Samuel dijo: Como tu espada dejó a mujeres sin hijos, así tu madre estará sin hijo entre las mujeres. \p Y Samuel descuartizó a Agag en presencia de \nd Yavé\nd* en Gilgal. \p \v 34 Luego Samuel fue a Ramá, y Saúl subió a su casa en Gabaa de Saúl. \v 35 Hasta el día de su muerte, Samuel nunca más vio a Saúl. Pero Samuel lamentaba a Saúl, y \nd Yavé\nd* sentía pesar porque designó a Saúl como rey de Israel. \c 16 \s1 Unción de David como rey \p \v 1 \nd Yavé\nd* dijo a Samuel: \wj ¿Hasta cuándo te afligirás por Saúl, si Yo lo rechacé como rey de Israel? Llena tu cuerno de aceite, y ven, porque Yo te enviaré a Isaí de Belén, porque de entre sus hijos me seleccioné un rey.\wj* \p \v 2 Samuel dijo: ¿Cómo iré? ¡Si Saúl se entera me matará! \p Pero \nd Yavé\nd* dijo: \wj Toma contigo una becerra de la manada vacuna, y dí: Vine a sacrificar a \+nd Yavé.\+nd* \wj* \v 3 \wj Invitarás a Isaí al sacrificio, y Yo te informaré lo que vas a hacer. Ungirás a quien Yo te diga.\wj* \p \v 4 Samuel hizo lo que le habló \nd Yavé\nd*. Cuando llegó a Belén los ancianos de la ciudad salieron temblorosos a recibirlo y preguntaron: ¿Es pacífica tu venida? \p \v 5 Y él contestó: ¡Pacífica! Vine a ofrecer sacrificio a \nd Yavé\nd*. Purifíquense ustedes y vengan conmigo al sacrificio. Después purificó a Isaí con sus hijos y los invitó al sacrificio. \p \v 6 Sucedió que cuando ellos llegaron, él vio a Eliab, y se dijo: ¡Ciertamente su ungido está delante de \nd Yavé\nd*! \p \v 7 Pero \nd Yavé\nd* dijo a Samuel: \wj No mires su apariencia, ni a lo grande de su estatura, pues Yo lo desecho, porque \+nd Yavé\+nd* no mira lo que mira el hombre. El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero \+nd Yavé\+nd* mira el corazón.\wj* \p \v 8 Entonces Isaí llamó a Abinadab, y lo hizo pasar delante de Samuel, quien dijo: \nd Yavé\nd* tampoco eligió a éste. \p \v 9 Luego Isaí hizo pasar a Samá. Y él dijo: \nd Yavé\nd* tampoco eligió a éste. \v 10 Así Isaí hizo pasar a sus siete hijos delante de Samuel, pero Samuel dijo a Isaí: \nd Yavé\nd* no eligió a éstos. \v 11 Samuel preguntó a Isaí: ¿Son éstos todos tus hijos? \p Y él respondió: Queda aún el menor. Ciertamente, pastorea el rebaño. \p Entonces Samuel dijo a Isaí: Envía por él y tráelo, porque no nos reclinaremos hasta que él venga aquí. \p \v 12 Isaí envió por él y lo presentó. Él era rubio, de ojos vivaces y buen parecer. Entonces \nd Yavé\nd* dijo: \wj ¡Levántate y úngelo, porque éste es!\wj* \v 13 Entonces Samuel tomó el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos, y el Espíritu de \nd Yavé\nd* se apoderó de David desde aquel día en adelante. Luego Samuel se levantó y regresó a Ramá. \s1 Saúl atormentado por un espíritu malo \p \v 14 El Espíritu de \nd Yavé\nd* se apartó de Saúl, y un espíritu malo de parte de \nd Yavé\nd* lo atormentaba. \p \v 15 Los esclavos de Saúl le dijeron: Mira, un espíritu malo de parte de \nd Yavé\nd* te atormenta. \v 16 Ordene nuestro \tl ʼadón\tl* a sus esclavos que están ante ti, que busquen un varón que sepa tañer el arpa. Acontecerá que cuando te acometa el espíritu malo de parte de \nd ʼElohim\nd*, él tañerá con su mano y tú estarás bien. \p \v 17 Saúl respondió a sus esclavos: Búsquenme alguno que taña bien y tráiganlo. \p \v 18 Entonces uno de los esclavos tomó la palabra y dijo: Miren, vi a un hijo de Isaí de Belén que sabe tañer. Es poderoso y valiente, guerrero, discreto en el hablar y de buen parecer, y \nd Yavé\nd* está con él. \p \v 19 Saúl envió mensajeros a Isaí para decirle: Envíame a tu hijo David, el que está con el rebaño. \v 20 Isaí tomó un asno cargado de pan, un odre de vino y un cabrito del rebaño, y los envió a Saúl por medio de su hijo David. \s1 David en casa de Saúl \p \v 21 David fue a Saúl y se quedó con él. Lo estimó muchísimo, y lo nombró portador de sus armas. \v 22 Saúl envió a decir a Isaí: Te ruego que David se quede delante de mí, pues halló gracia ante mis ojos. \p \v 23 De modo que cuando el espíritu malo de parte de \nd ʼElohim\nd* acometía a Saúl, David tomaba el arpa y la tañía con su mano. Saúl hallaba alivio y se sentía mejor, y el espíritu malo se apartaba de él. \c 17 \s1 David y el gigante Goliat \p \v 1 Entonces los filisteos reunieron sus ejércitos para la guerra y se concentraron en Soco, que pertenece a Judá. Acamparon en Efes-damim entre Soco y Azeca. \v 2 Saúl y los hombres de Israel se reunieron y acamparon en el valle de Ela. Dispusieron la batalla contra los filisteos. \v 3 Los filisteos estaban a un lado sobre una colina y los de Israel al frente de ellos sobre otra colina. El valle estaba entre ellos. \p \v 4 De entre el campamento de los filisteos salió un retador llamado Goliat, de Gat, cuya altura era de 2,9 metros. \v 5 Llevaba un casco de bronce en la cabeza, e iba vestido con una cota de malla de bronce que pesaba cinco kilogramos. \v 6 Sobre sus piernas llevaba grebas de hierro y una lanza de bronce sobre sus hombros. \v 7 El asta de su lanza era como un rodillo de tejedores, y su punta pesaba 6,6 kilogramos. Su escudero iba delante de él. \p \v 8 Se paró y gritó a los ejércitos de Israel: ¿Por qué salieron a alinearse en orden de batalla? ¿No soy yo un filisteo y ustedes son esclavos de Saúl? ¡Escójanse un hombre que baje contra mí! \v 9 Si él puede pelear conmigo y me mata, entonces seremos sus esclavos. Pero si yo prevalezco contra él y lo mato, entonces ustedes serán nuestros esclavos y nos servirán. \v 10 Y añadió el filisteo: Hoy yo desafío al ejército de Israel. ¡Denme un hombre para que luchemos! \v 11 Cuando Saúl y todo Israel oyeron estas palabras del filisteo, se turbaron y tuvieron mucho temor. \s1 La nueva condición de David \p \v 12 Ahora bien, David era hijo de un hombre efrateo de Belén de Judá, llamado Isaí, quien tenía ocho hijos. En los días de Saúl, ese anciano tenía edad muy avanzada. \v 13 Los tres hijos mayores de Isaí habían ido a la guerra con Saúl. Los nombres de los tres hijos que fueron a la guerra eran: Eliab, el primogénito, Abinadab, el segundo, y Samá, el tercero. \v 14 David era el menor. Fueron los tres mayores tras Saúl, \v 15 pero David se apartó de Saúl y volvió a apacentar el rebaño de su padre en Belén. \p \v 16 El filisteo salía por la mañana y por la tarde. Así lo hizo durante 40 días. \p \v 17 Isaí dijo a su hijo David: Toma ahora una medida\f + \fr 17.17 \fr*\ft Medida de 22 litros.\ft*\f* de este grano tostado y estos diez panes para tus hermanos. Llévalos pronto al campamento a tus hermanos. \v 18 Lleva también estos diez quesos para el jefe de 1.000, y mira si tus hermanos están bien. Trae noticias de ellos, \v 19 pues Saúl y ellos, y todos los hombres de Israel luchan contra los filisteos en el valle de Ela. \p \v 20 Por la mañana, David se levantó temprano, y dejó el rebaño al cuidado de un guarda. Tomó \add las provisiones\add* y fue como Isaí le mandó. Y llegó al campamento cuando el ejército salía en orden de batalla y daba el grito de guerra. \v 21 Se dispusieron en orden de batalla, tanto Israel como los filisteos, ejército contra ejército. \v 22 David dejó su carga en manos del guardián del equipo militar, corrió al frente de batalla y entró a saludar a sus hermanos. \v 23 Mientras conversaba con ellos, ahí estaba el retador, el filisteo de Gat llamado Goliat, quien salía del ejército de los filisteos y habló las mismas palabras. Y David las oyó. \v 24 Cuando todos los hombres de Israel veían a aquel hombre, huían de su presencia y tenían gran temor. \p \v 25 Los hombres de Israel decían: ¿Vieron a ese hombre que sale? Ciertamente sale para desafiar a Israel. Sucederá que al varón que lo mate, el rey lo enriquecerá con grandes riquezas, le dará su hija, y dará a la casa de su padre la excepción \add de tributos\add* en Israel. \p \v 26 David preguntó a los varones que estaban junto a él: ¿Qué harán al hombre que venza a ese filisteo y quite la afrenta de Israel? Porque ¿quién es este filisteo incircunciso para que se enfrente a los escuadrones del \nd ʼElohim\nd* viviente? \p \v 27 El pueblo le respondió las mismas palabras: Así se hará al varón que lo mate. \p \v 28 Eliab, su hermano mayor, lo oyó hablar con aquellos hombres y se encendió en ira contra David, y dijo: ¿Para qué viniste? ¿Con quién dejaste las pocas ovejas en la región despoblada? Yo conozco tu insolencia y la perversidad de tu corazón, porque viniste para mirar la batalla. \p \v 29 David respondió: ¿Qué hice yo ahora? ¿No fue solo una pregunta? \v 30 Se apartó de él hacia otro y preguntó lo mismo. Y el pueblo le respondió lo mismo que antes. \v 31 Las palabras que David dijo le fueron referidas a Saúl, quien envió a llamarlo. \p \v 32 David dijo a Saúl: No desmaye el corazón de alguno por causa de él. Tu esclavo irá y peleará contra ese filisteo. \p \v 33 Pero Saúl respondió a David: No podrás tú ir contra ese filisteo para pelear contra él, porque tú eres un muchacho, y él es guerrero desde su juventud. \p \v 34 Pero David respondió a Saúl: Tu esclavo es pastor de las ovejas de mi padre. Si viene un león o un oso y se lleva algún cordero del rebaño, \v 35 salgo tras él, lo golpeo y lo rescato de su boca. Si me ataca, lo agarro por la quijada y lo golpeo hasta matarlo. \v 36 Sea león o sea oso, tu esclavo los mata. Este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque desafía a los escuadrones del \nd ʼElohim\nd* viviente. \v 37 Y David añadió: \nd Yavé\nd*, Quien me libró de las garras del león y de las garras del oso, Él también me librará de la mano de este filisteo. \p Entonces Saúl dijo a David: Vé, y \nd Yavé\nd* sea contigo. \p \v 38 Saúl vistió a David con sus propias ropas. Le colocó un casco de bronce en su cabeza y lo protegió con una coraza. \v 39 Sobre la armadura le ató su propia espada. David intentó andar, porque nunca \add las\add* había probado. \p Luego David dijo a Saúl: Con esto no puedo andar, porque no estoy entrenado. David se quitó todas aquellas cosas \v 40 y tomó su cayado en la mano. Escogió cinco piedras lisas del arroyo, las echó en el zurrón y con su honda en su mano se acercó al filisteo. \p \v 41 El filisteo caminaba y se acercaba a David, y su escudero iba delante de él. \v 42 Cuando el filisteo miró y vio a David, lo despreció, porque era un joven rubio y de buen parecer. \v 43 Y el filisteo preguntó a David: ¿Soy yo un perro para que vengas contra mí con palos? Y al invocar sus \tl ʼelohim\tl* maldijo a David. \v 44 El filisteo también dijo a David: ¡Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo! \v 45 Entonces David respondió al filisteo: Tú vienes contra mí con espada y lanza larga y corta, pero yo voy contra ti en el Nombre de \nd Yavé\nd* de las huestes, el \nd ʼElohim\nd* de los escuadrones de Israel, a quien tú provocaste. \v 46 Hoy \nd Yavé\nd* te entregará en mis manos. Yo te heriré y te cortaré la cabeza. Entregaré los cadáveres del campamento de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra, para que toda la tierra sepa que hay \nd ʼElohim\nd* en Israel, \v 47 y toda esta gente sepa que \nd Yavé\nd* no salva con la espada y la lanza. Por cuanto esta batalla es de \nd Yavé\nd*, Él los entregará en nuestras manos. \p \v 48 Sucedió que cuando el filisteo comenzó a andar para encontrarse con David, éste se apresuró y corrió hacia la línea de batalla contra el filisteo. \v 49 Al meter David su mano en el zurrón, sacó una piedra, la lanzó con la honda e hirió al filisteo en la frente. La piedra quedó clavada en la frente, y \add él\add* cayó sobre su rostro en tierra. \p \v 50 Así David, sin tener espada en su mano, prevaleció sobre el filisteo con una honda y una piedra. Hirió al filisteo y lo mató. \p \v 51 Entonces David corrió, se puso en pie sobre el filisteo, tomó la espada de éste, la sacó de su vaina y lo remató. Con ella le cortó la cabeza. \p Los filisteos, al ver a su caudillo muerto, huyeron. \v 52 Entonces los hombres de Israel y de Judá se levantaron, gritaron y persiguieron a los filisteos hasta llegar al valle y las puertas de Ecrón. Los muertos de entre los filisteos estaban tendidos por el camino de Saraim, hasta Gat y Ecrón. \v 53 Los hijos de Israel se volvieron de perseguir a los filisteos y saquearon su campamento. \p \v 54 David tomó la cabeza del filisteo y la llevó a Jerusalén, pero las armas de él las puso en su tienda. \p \v 55 Cuando Saúl vio a David que salía a encontrarse con el filisteo, preguntó a Abner, jefe del ejército: Abner, ¿de quién es hijo ese muchacho? \p Y Abner respondió: \v 56 ¡Vive tu alma, oh rey, no sé! Y el rey dijo: Averigua tú de quién es hijo ese muchacho. \p \v 57 Al volver David de matar al filisteo, Abner lo tomó y lo llevó delante de Saúl, con la cabeza del filisteo en su mano. \p \v 58 Saúl le preguntó: Joven, ¿de quién eres hijo? \p Y David respondió: Soy hijo de tu esclavo Isaí de Belén. \c 18 \s1 Jonatán, David y Saúl \p \v 1 Cuando acabó de hablar a Saúl, aconteció que el alma de Jonatán quedó ligada al alma de David, y Jonatán lo amó como a él mismo. \v 2 Aquel día Saúl lo retuvo y no lo dejó volver a casa de su padre. \v 3 Jonatán hizo un pacto con David porque lo amaba como a él mismo. \v 4 Jonatán se quitó la ropa que llevaba y se la dio a David junto con otras ropas suyas, incluso su espada, su arco y su cinturón. \p \v 5 David salía adondequiera que Saúl lo enviaba, y se portaba con prudencia. Saúl lo ascendió al mando de gente de guerra. Fue acepto a los ojos de todo el pueblo, y ante los ojos de los esclavos de Saúl. \p \v 6 Pero sucedió que cuando ellos regresaban, al volver David de la matanza de los filisteos, las mujeres de todas las ciudades de Israel salían con cantos y danzas a recibir al rey Saúl con cánticos de júbilo, panderos e instrumentos musicales. \p \v 7 Y mientras danzaban, las mujeres cantaban y decían: \q Saúl mató a sus miles, \q Y David a sus diez miles. \p \v 8 Saúl se enojó muchísimo, pues ese dicho le pareció malo, y dijo: A David le dan diez miles y a mí me dan miles. ¿Qué más puede tener sino el reino? \v 9 Desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David. \p \v 10 Al día siguiente, aconteció que un espíritu malo de parte de \nd ʼElohim\nd* se apoderó de Saúl, quien deliraba furioso en su casa. David tañía con su mano, como otras veces, y Saúl tenía su lanza en su mano. \v 11 Saúl tiró la lanza mientras se decía: ¡Clavaré a David contra la pared! Pero David la esquivó dos veces. \p \v 12 Saúl tuvo temor a David, porque \nd Yavé\nd* estaba con él. \add David\add* se apartó de Saúl. \v 13 Por tanto Saúl lo apartó de él y lo designó jefe de 1.000 hombres. Él salía y entraba al frente de la tropa. \v 14 En todos sus asuntos David se conducía con prudencia, y \nd Yavé\nd* estaba con él. \v 15 Al ver Saúl que él procedía con tanta prudencia, tenía temor a causa de él. \v 16 Pero todo Israel y Judá amaban a David, porque él salía y entraba al frente de ellos. \p \v 17 Saúl dijo a David: Ahí está Merab, mi hija mayor. A ella te la daré como esposa, con tal que me seas un guerrero valiente y pelees las batallas de \nd Yavé\nd*. Porque Saúl se decía: Que mi mano no se levante contra él, sino que la mano de los filisteos se levante contra él. \p \v 18 Respondió David a Saúl: ¿Quién soy yo? ¿Qué es mi vida, o la familia de mi padre en Israel, para que yo sea yerno del rey? \v 19 Pero sucedió que al llegar el momento de entregar a Merab, hija de Saúl, a David, ella fue entregada como esposa a Adriel meholatita. \p \v 20 Mical, hija de Saúl, amaba a David. Se lo informaron a Saúl, y le pareció bien el asunto. \v 21 Saúl se dijo: Se la daré, para que ella le sirva de trampa, y la mano de los filisteos se levante contra él. Y Saúl dijo a David por segunda vez: Hoy serás mi yerno. \p \v 22 Saúl ordenó a sus esclavos: Hablen en secreto a David, y díganle: Mira, el rey se complace en ti, y todos sus esclavos te aman. ¡Sé, pues, yerno del rey! \p \v 23 Los esclavos de Saúl hablaron estas palabras a oídos de David. Y David respondió: ¿Les parece a ustedes cosa sencilla ser yerno del rey? Yo soy un hombre pobre y de baja estima. \p \v 24 Sus esclavos le informaron eso a Saúl y le dijeron: David habló estas palabras. \v 25 Y Saúl contestó: Digan esto a David: El rey no desea alguna dote, sino 100 prepucios de filisteos, para vengarse de los enemigos del rey. Pero Saúl deseaba que David cayera en manos de los filisteos. \p \v 26 Cuando sus esclavos dijeron esas palabras a David, agradó a David ser yerno del rey. Antes que el plazo se cumpliera, \v 27 David se levantó, salió con sus hombres y mató a 200 varones de los filisteos. Luego David llevó sus prepucios y los entregó todos al rey para ser yerno del rey. Y Saúl le dio a su hija Mical como esposa. \p \v 28 Al ver esto, Saúl comprendió que \nd Yavé\nd* estaba con David, y Mical, hija de Saúl, lo amaba. \v 29 El temor de Saúl le aumentó a David, y éste fue hostil a David todos los días. \p \v 30 Entonces los jefes de los filisteos salían a la guerra. Sucedía que cada vez que salían, David actuaba en las batallas mejor que cualquiera de los esclavos de Saúl, de modo que su nombre adquirió mucha fama. \c 19 \s1 Atentado de Saúl contra David \p \v 1 Saúl dijo a su hijo Jonatán y a todos sus esclavos que mataran a David, pero Jonatán, hijo de Saúl, amaba mucho a David. \v 2 Jonatán habló a David: Mi padre Saúl procura matarte. Te ruego que tengas cuidado por la mañana. Quédate en un lugar secreto y escóndete. \v 3 Yo saldré del campo donde tú estés. Me pondré junto a mi padre y le hablaré de ti. Veré qué responde y te lo informaré. \p \v 4 Jonatán habló bien de David a su padre Saúl: No peque el rey contra su esclavo David, pues él no pecó contra ti. Sus obras son muy buenas para ti, \v 5 porque él puso su vida en la palma de su mano y mató al filisteo. Y \nd Yavé\nd* otorgó una gran victoria a todo Israel. Tú lo viste y te alegraste de ello. ¿Por qué entonces quieres pecar contra sangre inocente al matar a David sin causa? \p \v 6 Saúl escuchó la voz de Jonatán y juró: ¡Vive \nd Yavé\nd* que no morirá! \v 7 Jonatán llamó a David y le contó todas esas cosas. Él mismo llevó a David ante Saúl, y estuvo delante de él como en tiempos pasados. \p \v 8 Después hubo guerras otra vez, y David salió y combatió contra los filisteos. Los derrotó con gran matanza, y huyeron de él. \p \v 9 Pero el espíritu malo de parte de \nd Yavé\nd* llegó otra vez a Saúl cuando él estaba sentado en su casa con su lanza en la mano, mientras David tañía. \v 10 Saúl procuró clavar a David en la pared con la lanza, pero él se apartó de delante de Saúl, y la lanza se clavó en la pared. David huyó aquella noche. \p \v 11 Pero Saúl envió emisarios a la casa de David para que lo vigilaran y lo mataran por la mañana. Mical, la esposa de David, le advirtió y le dijo: Si no salvas tu vida esta noche, mañana estarás muerto. \v 12 Mical descolgó a David por una ventana, y él salió, huyó y escapó. \v 13 Mical tomó un ídolo doméstico y lo puso en la cama. Colocó una sábana de pelo de cabra en la cabecera y lo cubrió con ropas. \p \v 14 Cuando Saúl envió emisarios para agarrar a David, ella dijo: Está enfermo. \p \v 15 Saúl volvió a enviar emisarios para que vieran a David y les dijo: ¡Tráiganmelo en la misma cama para que lo mate! \v 16 Pero cuando entraron los emisarios, ¡ahí en la cama estaba el ídolo doméstico con la sábana de pelo de cabra en la cabecera! \p \v 17 Y Saúl preguntó a Mical: ¿Por qué me engañaste y dejaste ir a mi enemigo para que se escapara? \p Mical respondió a Saúl: Porque él me dijo: Déjame escapar. ¿Por qué debo matarte? \p \v 18 Así pues, David escapó y fue a Samuel en Ramá. Le informó todo cuanto Saúl le hizo. Luego él salió con Samuel y vivieron en Nayot. \p \v 19 Fue dado aviso a Saúl: Ciertamente David está en Nayot de Ramá. \v 20 Entonces Saúl envió emisarios para que detuvieran a David, los cuales vieron a un grupo de profetas que profetizaban, y a Samuel que estaba entre ellos y los presidía. El Espíritu de \nd ʼElohim\nd* llegó sobre los emisarios de Saúl, y ellos también profetizaron. \v 21 Informaron a Saúl, quien envió otros emisarios. También ellos profetizaron. Saúl volvió a enviar emisarios por tercera vez, y también éstos profetizaron. \v 22 Así que él mismo fue a Nayot de Ramá. Al llegar a la gran cisterna que está en Secú, preguntó: ¿Dónde están Samuel y David? \p Uno contestó: Ciertamente están en Nayot de Ramá. \p \v 23 Fue a Nayot de Ramá. El Espíritu de \nd ʼElohim\nd* llegó sobre él, y andaba y profetizaba hasta que llegó a Nayot de Ramá. \v 24 Él también se despojó de sus ropas y profetizó de la misma manera en presencia de Samuel. Todo aquel día y aquella noche quedó desnudo en tierra. Por esto se suele decir: ¿También Saúl entre los profetas? \c 20 \s1 Pacto de David y Jonatán \p \v 1 David huyó de Nayot de Ramá. Fue a Jonatán y le dijo: ¿Qué hice? ¿Cuál es mi iniquidad? ¿Cuál es mi pecado contra tu padre para que busque mi vida? \p \v 2 Y él le contestó: ¡Nada de eso! ¡No morirás! Mira, mi padre no hace cosa grande o pequeña sin decírmela. ¿Por qué mi padre me ocultará esto? ¡Es imposible! \p \v 3 Pero David volvió a jurárselo: Tu padre sabe claramente que hallé gracia ante ti, y se dijo: Que Jonatán no sepa esto, no sea que se disguste. Pero tan cierto como vive \nd Yavé\nd* y vive tu alma, escasamente hay un paso entre mí y la muerte. \p \v 4 Jonatán dijo a David: Haré por ti lo que desees. \p \v 5 David respondió: Mira, mañana es luna nueva, y yo debo sentarme a comer con el rey. Pero déjame salir y ocultarme en el campo hasta la noche del tercer día. \v 6 Si tu padre advierte mi ausencia, dirás: David me pidió insistentemente permiso para una rápida escapada a Belén, su ciudad, porque toda la familia celebra allí el sacrificio anual. \v 7 Si él dice: ¡Bien! Tu esclavo puede estar en paz. Pero si se enardece, entiende que el mal está decidido de parte de él. \v 8 Así pues, trata con misericordia a tu esclavo, pues hiciste con tu esclavo un pacto delante de \nd Yavé\nd*. Y si hay alguna iniquidad en mí, mátame tú mismo. ¿Por qué tienes que llevarme ante tu padre? \p \v 9 Jonatán le respondió: ¡Lejos esté eso de ti! Pues si yo sé que mi padre piensa hacerte mal, ¿no te lo diría? \p \v 10 Entonces David preguntó a Jonatán: ¿Quién me informará si tu padre te responde con dureza? \p \v 11 Jonatán respondió a David: ¡Ven, salgamos al campo! Y ambos salieron al campo. \p \v 12 Entonces Jonatán dijo a David: \nd Yavé\nd*, el \nd ʼElohim\nd* de Israel, sea testigo si mañana o pasado mañana a estas horas, cuando sondee a mi padre, si es lo bueno para David, no te informo de ello. \v 13 Así \nd Yavé\nd* haga a Jonatán y aún le añada, si a mi padre le place hacerte mal y yo no te lo informo para que vayas en paz. \nd Yavé\nd* esté contigo como estuvo con mi padre. \v 14 Si vivo, haz conmigo la misericordia de \nd Yavé\nd*. Y si muero, \v 15 no apartes jamás tu misericordia de mi casa, ni siquiera cuando \nd Yavé\nd* destruya de la superficie de la tierra a cada uno de los enemigos de David, \v 16 y cuando \nd Yavé\nd* pida cuenta a los enemigos de David. \p Así Jonatán hizo un pacto con la casa de David. \v 17 Luego Jonatán volvió a conjurar a David por el amor que le tenía, pues lo amaba como a él mismo. \p \v 18 Y Jonatán añadió: Mañana es luna nueva, y se te echará de menos porque tu puesto estará vacío. \v 19 Al tercer día bajarás y te dirigirás al lugar donde estuviste oculto el día del suceso, y te quedarás junto a la piedra de Ezel. \v 20 Yo dispararé tres flechas por ese lado, como cuando me ejercito al blanco, \v 21 tras lo cual enviaré al esclavo y le diré: ¡Vé y busca las flechas! Y si digo al esclavo: Mira, las flechas más acá de ti, recógelas. Entonces ven, porque como \nd Yavé\nd* vive, la paz será contigo y nada te ocurrirá. \v 22 Pero si digo al esclavo: ¡Ve ahí las flechas más allá de ti! Vete, porque \nd Yavé\nd* te envía lejos. \v 23 En cuanto al asunto que hablamos, mira que \nd Yavé\nd* está entre tú y yo para siempre. \p \v 24 David se escondió en el campo. Llegó la luna nueva, y el rey se reclinó a comer. \v 25 Como otras veces, el rey estaba reclinado en su sitio de junto a la pared, con Jonatán enfrente y Abner reclinado al lado de Saúl, pero el puesto de David estaba vacío. \v 26 Sin embargo, aquel día Saúl nada dijo, porque pensó: Algo le pasó, no está limpio. Ciertamente no está purificado. \v 27 Pero llegó el día siguiente, el segundo día de la nueva luna, y el puesto de David continuaba vacío. Saúl preguntó a su hijo Jonatán: ¿Por qué el hijo de Isaí no vino a la comida ayer ni hoy? \p \v 28 Jonatán respondió a Saúl: David me pidió con insistencia que lo dejara ir a Belén, \v 29 y me dijo: Te ruego que me dejes ir, porque nuestra familia tiene hoy un sacrificio en la ciudad, y mi hermano me mandó estar presente. Por tanto, si hallé gracia ante ti, te ruego que me dejes ir, para que vea a mis hermanos. Por este motivo no vino a la mesa del rey. \p \v 30 Entonces la ira de Saúl se encendió contra Jonatán y le dijo: ¡Hijo de una mujer perversa rebelde! ¿No sé yo que tú eliges al hijo de Isaí para tu propia vergüenza y la de la desnudez de tu madre? \v 31 Porque mientras el hijo de Isaí viva sobre la tierra, no estarás firme, ni tú ni tu reino. Por tanto, envía ahora y tráemelo, porque morirá. \p \v 32 Jonatán respondió a su padre Saúl: ¿Por qué morirá? ¿Qué hizo? \v 33 Entonces Saúl le tiró una lanza para herirlo. Así comprendió Jonatán que su padre decidió matar a David. \p \v 34 Entonces Jonatán se levantó de la mesa con intensa ira. No comió alimento el segundo día de la luna nueva, porque se compadecía de David, y porque su padre lo insultó. \p \v 35 Por la mañana Jonatán salió al campo con un esclavo en el tiempo convenido con David. \v 36 Dijo al esclavo: ¡Corre y busca las flechas que yo tire! Cuando el esclavo echó a correr, él disparó la flecha para que lo pasara. \v 37 Cuando el esclavo llegó al lugar donde estaba la flecha que Jonatán tiró, Jonatán gritó al esclavo: ¿No está la flecha más allá de ti? \v 38 ¡Apúrate, no te quedes ahí! Y el esclavo de Jonatán recogió las flechas y fue a su \tl ʼadón\tl*. \v 39 Pero el esclavo nada sabía. Solamente Jonatán y David sabían el asunto. \v 40 Luego Jonatán entregó sus armas al esclavo que estaba con él y le dijo: Vé y llévalas a la ciudad. \p \v 41 Tan pronto como el esclavo salió, David salió de la parte del sur y se postró tres veces rostro en tierra. Luego se besaron el uno al otro y lloraron juntos, aunque David lloró más. \p \v 42 Jonatán dijo a David: Vete en paz, porque ambos nos juramentamos en el Nombre de \nd Yavé\nd*: \nd Yavé\nd* esté entre tú y yo, y entre mi descendencia y la tuya para siempre. Y él se levantó y se fue, y Jonatán regresó a la ciudad. \c 21 \s1 David en Nob y en Gat \p \v 1 Entonces David fue a Nob, a Ahimelec el sacerdote. Ahimelec salió tembloroso a recibir a David y le dijo: ¿Por qué estás solo, y nadie está contigo? \p \v 2 David respondió al sacerdote Ahimelec: El rey me encomendó un asunto y me dijo: Nadie sepa del asunto al cual te envío y que te ordené. Y yo convine reunirme con los jóvenes en cierto lugar. \v 3 Ahora pues, ¿qué tienes a mano? Dame cinco panes o lo que tengas. \p \v 4 El sacerdote respondió: No hay pan común a mano, pero hay pan consagrado, solo si los jóvenes se abstuvieron de mujeres. \v 5 David respondió al sacerdote: En verdad las mujeres estuvieron lejos de nosotros estos tres días. Cuando salí, los cuerpos de los jóvenes se santificaron, aunque no era más que un viaje común. ¡Cuánto más hoy cuando habrá pan santo en sus cuerpos! \v 6 Entonces el sacerdote le entregó lo consagrado, pues allí no había otro pan sino el Pan de la Presencia, que acababa de retirar de la Presencia de \nd Yavé\nd* para sustituirlo por el pan caliente, como era costumbre. \p \v 7 Pero ese día uno de los esclavos de Saúl llamado Doeg edomita, jefe de los pastores de Saúl, se detuvo allí delante de \nd Yavé\nd*. \p \v 8 David dijo a Ahimelec: ¿No tienes aquí a mano una lanza o una espada? Porque no tomé mi espada ni mis armas en mi mano, porque la orden del rey era apremiante. \p \v 9 Y el sacerdote dijo: La espada de Goliat el filisteo, a quien mataste en el valle de Ela, está aquí envuelta en un paño detrás del \tl efod\tl*. Si quieres tomarla, tómala, porque no hay otra sino ésa. \p Y David dijo: Ninguna como ésa. ¡Dámela! \p \v 10 David se levantó y huyó ese día de la presencia de Saúl, y llegó adonde Aquís, rey de Gat. \v 11 Y los esclavos de Aquís le dijeron: ¿No es éste David, el rey de esta tierra? ¿No es éste de quien cantaban en las danzas: \q Saúl mató a sus miles, \q Y David, a sus diez miles? \p \v 12 David guardó esas palabras en su corazón y tuvo gran temor de Aquís, rey de Gat. \v 13 Así que se fingió demente ante ellos, y actuaba como loco en manos de ellos. Garabateaba en las hojas de la puerta y dejaba caer saliva por su barba. \p \v 14 Y Aquís dijo a sus esclavos: Aquí ven a un hombre que se porta como loco. ¿Por qué me lo traen? \v 15 ¿Me faltan locos para que me traigan a éste a fin de que actúe como loco delante de mí? ¿Debe entrar éste en mi casa? \c 22 \s1 Asesinato de los sacerdotes \p \v 1 David salió de allí y se refugió en la cueva de Adulam. Cuando sus hermanos y toda la casa de su padre oyeron esto, fueron a él allá. \v 2 Todo el que estaba afligido, endeudado y descontento se reunió con él. Él fue su jefe. Había con él como 400 hombres. \p \v 3 De allí David fue a Mizpa de Moab, y dijo al rey de Moab: Te ruego que mi padre y mi madre vivan con ustedes, hasta que sepa qué \nd ʼElohim\nd* hará conmigo. \v 4 Los llevó ante el rey de Moab, y vivieron allí todo el tiempo que David estuvo en la fortaleza. \p \v 5 Pero el profeta Gad dijo a David: No te quedes en la fortaleza. Vé y entra a la tierra de Judá. Y David salió y fue al bosque de Haret. \p \v 6 Saúl supo que David y los hombres que estaban con él fueron descubiertos. Saúl estaba en Gabaa, sentado con su lanza en la mano bajo un tamarisco en Ramá, y todos sus esclavos estaban en pie alrededor de él. \p \v 7 Y Saúl dijo a los esclavos que lo rodeaban: Oigan ahora, hijos de Benjamín: ¿El hijo de Isaí les dará a todos ustedes campos y viñedos? ¿Los designará a ustedes jefes de millares y jefes de centenas, \v 8 para que ustedes conspiren contra mí, y nadie me avise cómo mi hijo hizo alianza con el hijo de Isaí, ni quien se compadezca de mí y me informe cómo mi hijo sublevó a mi esclavo contra mí para que me aceche hasta hoy? \p \v 9 Entonces Doeg edomita, quien estaba a cargo de los esclavos de Saúl, respondió: Yo vi que el hijo de Isaí fue a Nob, a Ahimelec, hijo de Ahitob, \v 10 quien consultó por él a \nd Yavé\nd*. Le dio provisión y también la espada de Goliat el filisteo. \p \v 11 El rey mandó a llamar al sacerdote Ahimelec, hijo de Ahitob, a toda la casa de su padre y los sacerdotes que estaban en Nob. Todos fueron al rey. \v 12 Saúl le dijo: Escucha ahora, hijo de Ahitob. \p Y él respondió: Aquí estoy, \tl ʼadón\tl* mío. \p \v 13 Saúl le dijo: ¿Por qué tú y el hijo de Isaí conspiraron contra mí, le dieron pan y una espada y consultaron por él a \nd ʼElohim\nd* para que se levante contra mí y me aceche hasta hoy? \p \v 14 Ahimelec respondió al rey: Pero ¿quién entre todos tus esclavos es tan fiel como David, además yerno del rey, jefe de tu guardia y honrado en tu casa? \v 15 ¿Comencé hoy a consultar a \nd ʼElohim\nd* por él? ¡Lejos sea eso de mí! No impute el rey cosa alguna a tu esclavo ni a toda la casa de mi padre, por cuanto tu esclavo nada sabe, poco o mucho, de este asunto. \p \v 16 Pero el rey dijo: ¡Sin duda morirás, Ahimelec, y también los de la casa de tu padre! \p \v 17 Y el rey ordenó a los guardias que estaban alrededor de él: Regresen y maten a los sacerdotes de \nd Yavé\nd*, porque la mano de ellos también está con David, pues sabían que huía y no me lo dijeron. \p Pero los esclavos del rey no quisieron extender la mano contra los sacerdotes de \nd Yavé\nd*. \p \v 18 Entonces el rey dijo a Doeg: ¡Regresa tú y arremete contra los sacerdotes! Y Doeg el edomita se volvió y arremetió contra los sacerdotes. Mató aquel día a 85 varones que vestían \tl efod\tl* de lino. \v 19 Y a Nob, ciudad de los sacerdotes, destruyó a filo de espada, tanto a hombres como a mujeres, niños y lactantes, y a bueyes, asnos y ovejas. \p \v 20 Pero uno de los hijos de Ahimelec, hijo de Ahitob, llamado Abiatar, escapó y huyó tras David. \v 21 Y Abiatar informó a David que Saúl mató a los sacerdotes de \nd Yavé\nd*. \p \v 22 Entonces David dijo a Abiatar: Yo sabía aquel día, cuando Doeg edomita estaba allí, que de seguro se lo informaría a Saúl. ¡Ocasioné la muerte de todas las personas de la casa de tu padre! \v 23 Quédate conmigo. No temas, porque el que busca mi vida busca la tuya, pero conmigo estás seguro. \c 23 \s1 Victoria en Queila \p \v 1 Informaron a David: ¡Mira, los filisteos atacan a Queila y saquean los graneros! \p \v 2 Entonces David consultó a \nd Yavé\nd*: ¿Iré y atacaré a estos filisteos? Y \nd Yavé\nd* contestó a David: \wj Vé, ataca a los filisteos y libera a Queila.\wj* \p \v 3 Pero los hombres de David le dijeron: Si aquí en Judá vivimos con temor, ¡cuánto más si vamos a Queila contra los escuadrones de los filisteos! \p \v 4 De nuevo David consultó a \nd Yavé\nd*, Quien le respondió: \wj Levántate, baja a Queila, pues entregaré a los filisteos en tu mano.\wj* \p \v 5 David y sus hombres fueron a Queila y pelearon contra los filisteos. Él se llevó los ganados de ellos y les infligió una gran derrota. Así David liberó a los habitantes de Queila. \p \v 6 Cuando Abiatar, hijo de Ahimelec, huyó a Queila, donde estaba David, llevó el \tl efod\tl* con él. \p \v 7 Cuando informaron a Saúl que David fue a Queila, Saúl dijo: ¡\nd ʼElohim\nd* lo desamparó en mi mano, pues se encerró al entrar en una ciudad de puertas y barras! \v 8 Por tanto Saúl convocó a todo el pueblo a la batalla para bajar a Queila y sitiar a David y a sus hombres. \p \v 9 Pero David supo que Saúl tramaba el mal contra él y dijo al sacerdote Abiatar: Trae el \tl efod\tl*. \v 10 Y David dijo: Oh \nd Yavé, ʼElohim\nd* de Israel. Tu esclavo sabe ciertamente que Saúl procura venir a Queila para destruir la ciudad por causa de mí. \v 11 ¿Me entregarán los hombres de Queila en su mano? ¿Bajará Saúl, como tu esclavo oyó? Oh \nd Yavé ʼElohim\nd* de Israel, te ruego que lo declares a tu esclavo. \p Y \nd Yavé\nd* respondió: \wj Sí, bajará.\wj* \p \v 12 David preguntó: ¿Me entregarán los hombres de Queila en mano de Saúl, a mí y a mis hombres? \p Y \nd Yavé\nd* respondió: \wj Te entregarán.\wj* \p \v 13 Entonces David se levantó con su gente, unos 600 hombres, y salieron de Queila. Anduvieron sin dirección determinada. Y fue dado aviso a Saúl que David escapó de Queila, por lo cual desistió de salir. \p \v 14 David permaneció en el desierto, en lugares de difícil acceso en las montañas de la región despoblada de Zif. Saúl lo buscaba todos los días, pero \nd ʼElohim\nd* no lo entregó en su mano. \p \v 15 Al ver David que Saúl salía en busca de su vida, se quedó en Hores, la región despoblada de Zif. \v 16 Jonatán, hijo de Saúl, se levantó y fue a donde David estaba en Hores. Lo reconfortó en \nd ʼElohim\nd* \v 17 y le dijo: No temas, que la mano de mi padre Saúl no te hallará. Tú reinarás sobre Israel, y yo seré segundo después de ti. Aun mi padre Saúl sabe esto. \v 18 Ambos hicieron un pacto delante de \nd Yavé\nd*. David se quedó en Hores, y Jonatán fue a su casa. \p \v 19 Entonces subieron los zifeos a Saúl en Gabaa, y le dijeron: ¿No está David escondido en nuestra tierra en las peñas de Hores, en la colina de Haquila, al sur de Jesimón? \v 20 Ahora pues, conforme a todo tu deseo, oh rey, baja pronto, y nosotros lo entregaremos en la mano del rey. \p \v 21 A lo cual Saúl respondió: ¡Benditos sean por \nd Yavé\nd*, porque se compadecieron de mí! \v 22 Vayan ahora y averigüen aún más. Verifiquen el lugar de su escondite y quién lo vio allí, pues me dijeron que él es muy astuto. \v 23 Así que observen todos los escondites donde se oculta, y vuelvan a mí con certidumbre. Yo iré con ustedes, y si él está en esa tierra, lo buscaré entre todos los millares de Judá. \p \v 24 Entonces se levantaron y fueron adelante de Saúl a Zif, pero David y sus hombres ya estaban en el desierto de Maón en el Arabá, al sur de Jesimón. \p \v 25 Luego Saúl salió con sus hombres a buscarlo, de lo cual David recibió informe. Bajó a la roca y vivió en la región despoblada de Maón. Cuando Saúl se enteró, persiguió a David por la región despoblada de Maón. \p \v 26 Saúl iba por un lado de la montaña, y David con sus hombres por el otro lado. David se daba prisa para escapar de Saúl, pero Saúl y sus hombres encerraron a David y a sus hombres para capturarlos. \p \v 27 Entonces llegó un mensajero a Saúl, quien dijo: ¡Date prisa y ven, porque los filisteos irrumpieron en el país! \p \v 28 Así que Saúl regresó de perseguir a David, para ir a enfrentar a los filisteos. Por eso llamaron aquel lugar La Roca de Escape. \v 29 Entonces David subió de allí y permaneció en los refugios de Engadí. \c 24 \s1 En la cueva de Engadí \p \v 1 Sucedió que cuando Saúl volvió de perseguir a los filisteos, le informaron: Mira, David está en la región despoblada de Engadí. \v 2 Saúl tomó 3.000 hombres escogidos de todo Israel y salió a buscar a David y sus hombres por los peñascos de las cabras monteses. \p \v 3 Así que llegó a los rediles de ovejas en el camino donde había una cueva, y Saúl entró en ella para cubrir sus pies. David y sus hombres estaban sentados en las partes más internas de la cueva. \p \v 4 Y los hombres de David le dijeron: Este es el día del cual \nd Yavé\nd* te dijo: \wj Mira, entrego a tu enemigo en tu mano. Haz con él como te parezca.\wj* Entonces David se levantó y con cautela cortó la orilla del manto de Saúl. \p \v 5 Después de esto, aconteció que el corazón de David lo remordió porque cortó la orilla del manto de Saúl. \v 6 Y dijo a sus hombres: ¡Líbreme \nd Yavé\nd* de hacer tal cosa contra mi \tl ʼadón\tl*, el ungido de \nd Yavé\nd*, que yo extienda mi mano contra él, pues es el ungido de \nd Yavé\nd*! \v 7 Con estas palabras David disuadió a los suyos y no les permitió levantarse contra Saúl, de modo que Saúl salió de la cueva y siguió por el camino. \p \v 8 Enseguida David también se levantó. Al salir de la cueva dio voces tras Saúl: ¡Oh rey \tl ʼadón\tl* mío! Y al mirar Saúl tras él, David se inclinó hasta la tierra y se postró. \v 9 En seguida David preguntó a Saúl: ¿Por qué escuchas palabras de hombres quienes dicen: Mira, David procura tu mal? \v 10 Mira, hoy mismo tus ojos ven cómo \nd Yavé\nd* te colocó en mi mano dentro de la cueva. Se habló de matarte, pero se tuvo compasión de ti, pues dije: ¡No extenderé mi mano contra mi \tl ʼadón\tl*, porque es el ungido de \nd Yavé\nd*! \p \v 11 Y mira, padre mío, mira la orilla de tu manto en mi mano, pues al cortar la orilla de tu manto, no te maté. Reconoce y percibe que no hay maldad ni transgresión en mis manos, ni pequé contra ti, aunque tú acechas mi vida para tomarla. \p \v 12 ¡\nd Yavé\nd* juzgue entre tú y yo, y que \nd Yavé\nd* me vengue de ti! Pero mi mano no se levantará contra ti. \v 13 Como dice el proverbio de los antiguos: De los perversos sale la perversidad. Pero mi mano no se levantará contra ti. \p \v 14 ¿Tras quién sale el rey de Israel? ¿A quién persigue? ¿A un perro muerto? ¿A una pulga? \v 15 \nd Yavé\nd* sea el Juez, y juzgue entre tú y yo, y defienda mi causa y me libre de tu mano. \p \v 16 Cuando David terminó de decir esas palabras a Saúl, aconteció que Saúl dijo: ¿Es esta tu voz, hijo mío David? Entonces Saúl alzó su voz y lloró. \p \v 17 Y dijo a David: Más justo eres tú que yo, porque tú me trataste bien, y yo te traté mal. \v 18 Tú demostraste hoy cómo me trataste bien, porque \nd Yavé\nd* me colocó en tu mano, y no me mataste. \v 19 Porque si un hombre halla a su enemigo, ¿lo deja ir en paz? ¡\nd Yavé\nd* te galardone por lo que me hiciste hoy! \p \v 20 Y ahora mira, yo sé que de seguro reinarás, y que el reino de Israel será estable en tu mano. \v 21 Ahora pues, júrame por \nd Yavé\nd* que no exterminarás mi descendencia, ni borrarás mi nombre de la casa de mi padre. \p \v 22 David se lo juró a Saúl. Y Saúl se fue a su casa, y David y sus hombres subieron a los riscos. \c 25 \s1 Muerte de Samuel \p \v 1 Entonces Samuel murió. Todo Israel se reunió para lamentar por él, y lo sepultaron en su casa en Ramá. Y David se levantó y bajó a la región despoblada de Parán. \s1 Nabal y Abigail \p \v 2 Había entonces un hombre en Maón que tenía posesiones en la montaña Carmelo. Aquel hombre era muy pudiente, pues tenía 3.000 ovejas y 1.000 cabras. Esquilaba sus ovejas en la montaña Carmelo. \v 3 Aquel hombre se llamaba Nabal, y su esposa, Abigail. La esposa tenía buen entendimiento y hermoso semblante, pero el hombre era cruel y malo en sus tratos. Él era del linaje de Caleb. \p \v 4 Cuando David estaba en la región despoblada, supo que Nabal esquilaba su rebaño. \v 5 David envió a diez jóvenes y les mandó: Suban a la montaña Carmelo, vayan a Nabal y salúdenlo en mi nombre. \v 6 Y le dirán así: La paz sea contigo. Paz a tu casa y paz a todo cuanto tienes. \p \v 7 Ya oí decir que tienes esquiladores. Ahora, tus pastores estuvieron con nosotros. Nunca los maltratamos ni les faltó algo en todo el tiempo que estuvimos en la montaña Carmelo. \v 8 Pregunta a tus jóvenes y te lo dirán. Por tanto, hallen favor mis jóvenes ante ti, porque en buen día vinimos. Te ruego que des a tus esclavos y a tu hijo David lo que tengas a mano. \p \v 9 Cuando los jóvenes de David llegaron, hablaron a Nabal todas estas palabras en nombre de David y esperaron. \p \v 10 Nabal respondió a los esclavos de David: ¿Quién es David y quién es el hijo de Isaí? ¡Hay muchos esclavos que huyen de sus \tl ʼadón\tl*! \v 11 ¿Tomaré yo ahora mi pan, agua, y carne que sacrifiqué para mis esquiladores y los daré a hombres que no sé de dónde son? \p \v 12 Entonces los jóvenes de David regresaron por su camino. Llegaron y dijeron a David todas esas palabras. \v 13 Entonces David dijo a sus hombres: ¡Átese cada uno su espada! Y cada hombre se la ató, y también David. Como 400 hombres subieron tras David y 200 se quedaron con el equipo militar. \p \v 14 Pero uno de los esclavos informó a Abigail, esposa de Nabal: Mira, David envió mensajeros desde la región despoblada para saludar a nuestro \tl ʼadón\tl*, y él los despreció. \v 15 Pero los hombres fueron muy buenos con nosotros. Nunca nos perjudicaron, ni algo nos faltó cuando estuvimos con ellos en el campo. \v 16 Todos los días que estuvimos con ellos y apacentábamos las ovejas fueron para nosotros como un muro tanto de día como de noche. \v 17 Ahora pues, considera lo que debes hacer, porque el mal está decidido contra nuestro \tl ʼadón\tl* y contra toda su casa, pues él es tan perverso que nadie le puede hablar. \p \v 18 Entonces Abigail se apresuró, tomó 200 panes, dos odres de vino, cinco ovejas ya preparadas, cinco medidas de grano tostado, 100 racimos de uvas pasas y 200 tortas de higos secos. Ordenó cargar todo sobre asnos \v 19 y dijo a sus esclavos: Vayan adelante de mí. Miren, yo los seguiré luego. Pero no informó a su esposo Nabal. \p \v 20 Sucedió que ella montó sobre un asno y descendió por la parte encubierta de la región montañosa. Aconteció que David y sus hombres se encontraron con ella. \v 21 David dijo: Ciertamente en vano cuidé todo lo que éste tiene en la región despoblada, sin que nada falte de todo cuanto es suyo. Él me devolvió mal por bien. \v 22 ¡Así haga \nd ʼElohim\nd* a los enemigos de David, y aun añada si de aquí a mañana dejo de los suyos un solo meante a la pared! \p \v 23 Cuando Abigail vio a David, se apresuró a bajar de su asno, cayó sobre su rostro ante David y se postró en tierra. \v 24 Al postrarse dijo: \tl ʼAdón\tl* mío, recaiga la iniquidad sobre mí. Permite que tu esclava hable a tus oídos, y escucha las palabras de tu esclava. \v 25 Te ruego, \tl ʼadón\tl* mío, no prestes atención a Nabal, ese hombre perverso, porque según su nombre, así es. Nabal es su nombre, y la necedad está con él. Pero yo, tu esclava, no vi a los jóvenes que enviaste, mi \tl ʼadón\tl*. \v 26 Ahora, \tl ʼadón\tl* mío, vive \nd Yavé\nd* y vive tu alma. Puesto que \nd Yavé\nd* te impidió derramar sangre y vengarte por tu propia mano, sean como Nabal tus enemigos y los que procuran el mal de mi \tl ʼadón\tl*. \v 27 Y ahora, este presente que tu esclava trajo a mi \tl ʼadón\tl* sea dado a los jóvenes que acompañan a mi \tl ʼadón\tl*. \v 28 Te ruego que perdones la transgresión de tu esclava, por cuanto \nd Yavé\nd* ciertamente dará una casa segura a mi \tl ʼadón\tl*. Porque mi \tl ʼadón\tl* pelea las batallas de \nd Yavé\nd*, y la iniquidad no se hallará en ti en todos tus días. \v 29 Aunque un hombre se levantó para perseguirte y buscar tu vida, la vida de mi \tl ʼadón\tl* está bien atada en el manojo de la vida junto a \nd Yavé\nd* tu \nd ʼElohim\nd*, mientras Él quita la vida a tus enemigos como por medio de una honda. \v 30 Acontecerá que cuando \nd Yavé\nd* haga a mi \tl ʼadón\tl* todo el bien que te dijo y te constituya como soberano de Israel, \v 31 esto no causará pesar ni remordimiento a mi \tl ʼadón\tl* por haber derramado sangre sin causa, o que mi \tl ʼadón\tl* se vengó por él mismo. Y cuando \nd Yavé\nd* favorezca a mi \tl ʼadón\tl*, acuérdate de tu esclava. \p \v 32 Entonces David dijo a Abigail: ¡Bendito sea \nd Yavé ʼElohim\nd* de Israel, que te envió hoy a encontrarme! \v 33 ¡Bendito tu razonamiento y bendita tú, que hoy me impediste derramar sangre y vengarme por mi propia mano! \v 34 Porque, vive \nd Yavé ʼElohim\nd* de Israel, que me detuvo de hacerte mal a ti, porque si no te hubieras apresurado a venir a encontrarte conmigo, a la luz del alba no le iba a quedar a Nabal ni un meante a la pared. \p \v 35 David recibió de mano de ella lo que le llevó y le dijo: Sube a tu casa en paz. Ciertamente atendí tu voz y acepté tu petición. \p \v 36 Abigail volvió a Nabal, y miró que celebraba un banquete en su casa, como el banquete de un rey. El corazón de Nabal estaba alegre y estaba muy borracho, por lo cual ella no le informó, ni poco ni mucho, hasta que amaneció. \v 37 Aconteció que por la mañana, cuando el efecto del vino había pasado de Nabal, su esposa le informó estas cosas. Su corazón desmayó en él y se quedó como una piedra. \v 38 Cuando pasaron como diez días, \nd Yavé\nd* hirió a Nabal, y éste murió. \p \v 39 Cuando David oyó que Nabal murió, dijo: ¡Bendito sea \nd Yavé\nd*, Quien juzgó la causa de la afrenta que Nabal me hizo, y preservó del mal a su esclavo! \nd Yavé\nd* devolvió así la maldad de Nabal sobre su propia cabeza. \p Y David envió a hablar con Abigail para tomarla como esposa. \v 40 Cuando los esclavos de David fueron a Abigail en la montaña Carmelo, le dijeron: David nos envió a ti, porque quiere tomarte como esposa. \p \v 41 Ella se levantó, se postró rostro en tierra y dijo: Aquí está tu esclava, para ser la esclava que lave los pies de los esclavos de mi \tl ʼadón\tl*. \v 42 Luego Abigail se levantó rápidamente y montó en un asno, y llevó cinco doncellas que la atendían. Siguió a los mensajeros de David y fue su esposa. \v 43 David tomó también a Ahinoam de Jezreel, y las dos fueron esposas suyas. \v 44 Por su parte, Saúl dio a su hija Mical, esposa de David, a Palti, hijo de Lais, natural de Galim. \c 26 \s1 En el campamento de Zif \p \v 1 Los zifeos llegaron a Saúl en Gabaa y dijeron: ¿No está David escondido en la colina de Haquila frente a Jesimón? \p \v 2 Entonces Saúl se levantó, bajó a la región despoblada de Zif y llevó consigo a 3.000 hombres escogidos de Israel para buscar a David en la región despoblada de Zif. \v 3 Saúl acampó en la colina de Haquila, la cual está junto al camino frente a Jesimón. David estaba en la región despoblada cuando entendió que Saúl salió a perseguirlo en la región despoblada. \v 4 Envió espías y supo con certeza que Saúl llegó. \p \v 5 David se levantó, fue al sitio donde acampó Saúl y observó el lugar donde dormían Saúl y Abner, hijo de Ner, jefe de su ejército. Saúl estaba tendido dormido en el centro del campamento, y el pueblo acampaba alrededor de él. \p \v 6 Entonces David habló a Ahimelec heteo, y a Abisai, hijo de Sarvia, hermano de Joab: ¿Quién baja conmigo al campamento de Saúl? \p Y Abisai respondió: Yo bajo contigo. \p \v 7 Así pues, David y Abisai fueron de noche a la gente. Ciertamente Saúl estaba tendido dormido en medio del campamento, con su lanza clavada en tierra a su cabecera. Abner y el pueblo estaban tendidos alrededor de él. \p \v 8 Entonces Abisai dijo a David: ¡\nd ʼElohim\nd* entregó hoy a tu enemigo en tu mano! ¡Déjame clavarlo en tierra con su propia lanza de un solo golpe, pues no necesitaré el segundo! \p \v 9 Pero David respondió a Abisai: No lo mates, porque ¿quién extiende su mano contra el ungido de \nd Yavé\nd* y queda sin culpa? \v 10 Y David agregó: ¡Vive \nd Yavé\nd* que el mismo \nd Yavé\nd* lo matará, le vendrá su día de morir o irá a la batalla y perecerá! \v 11 Pero ¡que \nd Yavé\nd* me libre de extender mi mano contra el ungido de \nd Yavé\nd*! Toma ahora la lanza que está a su cabecera y la vasija de agua, y vayámonos de aquí. \p \v 12 David tomó la lanza y la vasija de agua de la cabecera de Saúl, y salieron. Nadie vio ni se dio cuenta y nadie despertó. Todos dormían, porque un profundo sueño de parte de \nd Yavé\nd* cayó sobre ellos. \p \v 13 David cruzó al otro lado y se colocó en la cima de la montaña a lo lejos, con una considerable distancia entre ellos. \v 14 Entonces David gritó al pueblo y a Abner, hijo de Ner: ¿No respondes, Abner? \p Entonces Abner respondió y dijo: ¿Quién eres tú que gritas al rey? \p \v 15 Y David contestó a Abner: ¿No eres tú un valiente? ¿Quién como tú en Israel? ¿Por qué entonces no protegiste a tu \tl ʼadón\tl* el rey? Porque uno del pueblo entró para destruir a tu \tl ʼadón\tl* el rey. \p \v 16 No está bien lo que hiciste. ¡Vive \nd Yavé\nd*, que son dignos de muerte, porque no protegieron a su \tl ʼadón\tl*, al ungido de \nd Yavé\nd*! ¡Mira ahora dónde está la lanza del rey y la vasija de agua que estaba a su cabecera! \p \v 17 Saúl reconoció la voz de David y dijo: ¿No es ésta tu voz, hijo mío David? \p Y David respondió: ¡Es mi voz, oh rey, \tl ʼadón\tl* mío! \v 18 Y agregó: ¿Por qué mi \tl ʼadón\tl* persigue así a su esclavo? ¿Qué hice? ¿Qué iniquidad hay en mi mano? \p \v 19 Ahora pues, escuche mi \tl ʼadón\tl* el rey las palabras de su esclavo. Si \nd Yavé\nd* te incita contra mí, que Él acepte una ofrenda. Pero si son los hombres, ¡malditos sean ante \nd Yavé\nd*! Pues me desterraron hoy, me privaron de participar en la heredad de \nd Yavé\nd* al decir: ¡Vete a servir a otros \tl ʼelohim\tl*! \v 20 No caiga mi sangre a tierra lejos de la presencia de \nd Yavé\nd*, porque el rey de Israel salió a perseguir a esta pulga solitaria, como quien persigue una perdiz por las montañas. \p \v 21 Entonces Saúl dijo: ¡Pequé! Regresa, hijo mío David, porque ya no te haré ningún mal, puesto que hoy mi vida fue de estima ante ti. Mira, actué neciamente y erré muchísimo. \p \v 22 David respondió: Aquí está la lanza del rey. Pase uno de los esclavos y tómela. \v 23 \nd Yavé\nd* retribuya a cada uno su justicia y su lealtad, pues aunque hoy \nd Yavé\nd* te entregó en mi mano, no quise extender mi mano contra el ungido de \nd Yavé\nd*. \v 24 Como tu vida fue hoy altamente estimada delante de mí, así sea mi vida altamente estimada delante de \nd Yavé\nd*, y me libre de toda aflicción. \p \v 25 Entonces Saúl dijo a David: ¡Bendito seas tú, hijo mío David! Ciertamente serás poderoso y prevalecerás. \p David siguió por su camino y Saúl se volvió a su lugar. \c 27 \s1 David entre los filisteos \p \v 1 Pero David se dijo: Algún día voy a perecer por mano de Saúl. Nada me será mejor que escapar a la tierra de los filisteos. Así Saúl perderá toda esperanza de buscarme por todo el territorio de Israel, y escaparé de su mano. \p \v 2 David se levantó con los 600 hombres que tenía consigo, y pasó a Aquís, hijo de Maoc, rey de Gat. \v 3 Él y sus hombres vivieron con Aquís en Gat, cada uno con su familia, David con sus dos esposas, Ahinoam, la jezreelita, y Abigail, la que fue esposa de Nabal, el de la montaña Carmelo. \v 4 Le informaron a Saúl que David huyó a Gat, y no lo buscó más. \p \v 5 David dijo a Aquís: Si ahora hallé gracia ante ti, que me den un lugar en una de las poblaciones del campo para que yo viva allí. ¿Por qué debe vivir tu esclavo contigo en la ciudad real? \p \v 6 Aquel día Aquís le entregó Siclag. Por eso Siclag es de los reyes de Judá hasta hoy. \v 7 El tiempo que David vivió en la tierra de los filisteos fue un año y cuatro meses. \p \v 8 David subía con sus hombres y despojaban a los gesuritas, gercitas y amalecitas, pues hacía tiempo que éstos vivían en aquella tierra, en dirección a Shur, hasta la tierra de Egipto. \v 9 David atacaba aquella tierra y no dejaba vivo hombre ni mujer. Se llevaba las ovejas, bueyes, asnos, camellos y equipos. Luego se volvía y regresaba a Aquís. \p \v 10 Y Aquís preguntaba: ¿Dónde tomaron el despojo hoy? David respondía: Hacia el sur de Judá, hacia el sur de los jerameelitas o hacia el sur de los ceneos. \v 11 David no dejaba con vida hombre ni mujer que fuera a Gat, pues decía: No sea que ellos declaren contra nosotros y digan: ¡Esto hizo David! Y esa fue su costumbre todo el tiempo que vivió en la tierra de los filisteos. \v 12 Aquís tenía confianza en David, pues se decía: Se hizo aborrecible a su pueblo Israel, por lo cual será siempre mi esclavo. \c 28 \s1 La bruja de Endor \p \v 1 En aquellos días aconteció que los filisteos reunieron sus escuadrones de guerra para combatir contra Israel. Y Aquís dijo a David: ¡Ten bien entendido que tú y tus hombres saldrán conmigo a la batalla! \p \v 2 David respondió a Aquís: Muy bien. Sabrás lo que tu esclavo puede hacer. Así que Aquís dijo a David: Muy bien, te designaré mi guarda espalda por toda la vida. \v 3 Samuel había muerto. Todo Israel hizo lamentación por él y lo sepultaron en Ramá, su ciudad. Saúl había expulsado de la tierra a los encantadores y adivinos. \p \v 4 Los filisteos se reunieron y acamparon en Sunem. También Saúl reunió a todo Israel y acamparon en Gilboa. \v 5 Cuando Saúl vio el campamento de los filisteos tuvo temor y su corazón tembló muchísimo. \v 6 Entonces Saúl consultó a \nd Yavé\nd*, pero \nd Yavé\nd* no le respondió, ni por sueños, ni por urim,\f + \fr 28.6 \fr*\ft Este urim no era el urim y tumim, que tenía el sacerdote en el \+tl efod\+tl*, porque el único sacerdote que quedó, Abiatar, estaba con David y tenía el \+tl efod\+tl*.\ft*\f* ni por profetas. \v 7 Entonces Saúl dijo a sus esclavos: Búsquenme una mujer que sea bruja para que yo vaya a ella y consulte por medio de ella. \p Y sus esclavos le respondieron: En Endor hay una mujer que es bruja. \p \v 8 Entonces Saúl se disfrazó, se vistió con otras ropas y salió con dos hombres. Llegaron a aquella mujer de noche y dijo: Te ruego que me hagas una práctica de brujería y me subas al que yo te nombre. \p \v 9 Y la mujer le contestó: Mira, tú sabes lo que Saúl hizo, cómo echó de la tierra a los evocadores y adivinos. ¿Por qué pones trampa a mi vida para producirme la muerte? \p \v 10 Entonces Saúl le juró por \nd Yavé\nd*: ¡Vive \nd Yavé\nd* que ningún castigo te vendrá por este asunto! \p \v 11 La mujer preguntó: ¿A quién te hago subir? \p Y dijo: Hazme subir a Samuel. \p \v 12 Al ver a Samuel, la mujer clamó a gran voz. \p La mujer habló a Saúl y dijo: \v 13 ¿Por qué me engañaste? ¡Tú eres Saúl! \p Y el rey le dijo: No temas. ¿Qué miras? La mujer respondió a Saúl: Miro a un \nd ʼElohim\nd* celestial que sube a la tierra. \p \v 14 Y le preguntó: ¿Cuál es su forma? Ella respondió: Sube un anciano cubierto con un manto. \p Entonces Saúl entendió que era Samuel, inclinó el rostro a tierra y se postró. \p \v 15 Entonces Samuel preguntó a Saúl: ¿Por qué me perturbaste al hacerme subir? \p Y Saúl respondió: Estoy muy angustiado, pues los filisteos pelean contra mí, y \nd ʼElohim\nd* se apartó de mí. Ya no me responde, ni por profeta ni por sueños, por lo cual te llamé para que me reveles qué debo hacer. \p \v 16 Samuel dijo: Si \nd Yavé\nd* se apartó de ti y es tu adversario, ¿por qué me preguntas a mí? \v 17 \nd Yavé\nd* hizo como habló por medio de mí: \nd Yavé\nd* quitó el reino de tu mano y lo dio a tu compañero David, \v 18 por cuanto no obedeciste la voz de \nd Yavé\nd*, ni cumpliste el furor de su ira contra Amalec. Por eso \nd Yavé\nd* te hace esto hoy. \v 19 Además, \nd Yavé\nd* te entregará junto con Israel en manos de los filisteos, y mañana tú y tus hijos estarán conmigo. Ciertamente \nd Yavé\nd* también entregará al ejército de Israel en manos de los filisteos. \p \v 20 Inmediatamente Saúl cayó en tierra, tan grande como era, por las palabras de Samuel. Quedó sin fuerzas, porque todo aquel día y aquella noche no comió. \p \v 21 Entonces la mujer fue a Saúl y al ver que estaba muy turbado, le dijo: Mira que tu esclava obedeció tu voz, arriesgué mi vida y escuché las palabras que me dijiste. \v 22 Te ruego que tú también atiendas la voz de tu esclava. Permíteme servirte un trozo de pan a fin de que comas, recuperes fuerzas y seguirás tu camino. \p \v 23 Pero él rehusó y dijo: No comeré. Entonces los esclavos de él le insistieron juntamente con la mujer, y él los escuchó. \p Así que se levantó del piso y se sentó en la cama. \p \v 24 Y aquella mujer tenía en la casa un ternero engordado, el cual mató. Tomó harina, la amasó, coció panes sin levadura, \v 25 y los sirvió a Saúl y a sus esclavos. Después que comieron, se levantaron y salieron aquella misma noche. \c 29 \s1 Desconfianza de los filisteos \p \v 1 Los filisteos reunieron todos sus ejércitos en Afec, mientras los israelitas acamparon junto a la fuente que está en Jezreel. \v 2 Los jefes de los filisteos desfilaban por centenas y por miles. David y sus hombres marchaban en la retaguardia con Aquís. \v 3 Entonces los jefes de los filisteos dijeron: ¿Qué hacen aquí estos hebreos? Aquís respondió a los jefes de los filisteos: ¿No es éste David, el esclavo de Saúl, rey de Israel, que estuvo conmigo estos días o estos años, y nada malo hallé en él desde el día cuando se pasó a mí hasta hoy? \p \v 4 Pero los jefes de los filisteos se enojaron contra él y le dijeron: Haz volver a ese hombre para que regrese al lugar que le asignaste, y no vaya con nosotros a la guerra, no sea que en la batalla se nos vuelva adversario. Pues, ¿con qué puede ser él aceptable a su \tl ʼadón\tl*? ¿No será con las cabezas de estos hombres? \p \v 5 ¿No es este David, de quien se cantaba con danzas: \q Saúl mató a sus miles, \q Y David, a sus diez miles? \p \v 6 Entonces Aquís llamó a David y le dijo: ¡Vive \nd Yavé\nd*, tú eres recto! Me pareció bien que salgas y entres en el ejército conmigo, porque ninguna cosa perversa hallé en ti desde el día cuando viniste a mí hasta hoy. Pero tú no eres grato ante los jefes. \v 7 Regresa, pues, y vete en paz, para no desagradar a los jefes de los filisteos. \p \v 8 David preguntó a Aquís: ¿Qué hice? ¿Qué hallaste en tu esclavo desde el día cuando estuve contigo hasta hoy para que no vaya y combata contra los enemigos de mi \tl ʼadón\tl* el rey? \p \v 9 Y Aquís respondió a David: Yo sé que tú eres bueno delante de mí, como un ángel de \nd ʼElohim\nd*. Pero los jefes de los filisteos dijeron: No irá con nosotros a la batalla. \v 10 Por tanto levántate mañana temprano con los esclavos de tu \tl ʼadón\tl* que vinieron contigo, y tan pronto como se levanten y tengan claridad, salgan. \p \v 11 Entonces David y sus hombres se levantaron muy de mañana para salir y volver a la tierra de los filisteos. Y los filisteos marcharon a Jezreel. \c 30 \s1 Contra los amalecitas \p \v 1 Al tercer día, cuando David y sus hombres llegaron a Siclag, aconteció que los amalecitas habían incursionado en el Neguev contra Siclag, y lo asolaron e incendiaron. \v 2 También tomaron cautivas a las mujeres y a todos los que estaban allí, grandes y pequeños. Pero a nadie mataron, sino se los llevaron al proseguir su camino. \p \v 3 Cuando David y sus hombres llegaron a la ciudad, ahí estaba quemada, y sus esposas, hijos e hijas fueron llevados cautivos. \v 4 Entonces David y la gente que estaba con él alzaron su voz y lloraron hasta cuando no les quedaron más fuerzas para llorar. \v 5 También fueron tomadas cautivas las dos esposas de David: Ahinoam jezreelita y Abigail, la que fue esposa de Nabal carmelita. \v 6 Además David estaba muy angustiado porque el pueblo hablaba de apedrearlo, porque todo el pueblo estaba amargado, cada uno por causa de sus hijos e hijas. Pero David se fortaleció en \nd Yavé\nd* su \nd ʼElohim\nd*. \p \v 7 David dijo al sacerdote Abiatar, hijo de Ahimelec: Tráeme el \tl efod\tl*. Y Abiatar llevó el \tl efod\tl* a David. \v 8 David consultó a \nd Yavé\nd*: ¿Persigo a esta banda? ¿Los alcanzaré? \p Y Él le respondió: \wj Persíguelos porque de seguro la alcanzarás y sin duda los rescatarás.\wj* \p \v 9 Por tanto, David salió con los 600 hombres que estaban con él, y llegaron hasta el torrente Besor, donde se quedaron los rezagados. \v 10 Pero David continuó con 400 hombres, porque 200 se detuvieron porque estaban demasiado cansados para cruzar el torrente Besor. \p \v 11 Hallaron en el campo a un egipcio, a quien llevaron a David. Le dieron pan, y comió, y le dieron a beber agua. \v 12 Le dieron un trozo de torta de higos secos y dos racimos de uvas pasas. Y cuando él comió le volvió el aliento, porque no había comido pan ni bebido agua en tres días y tres noches. \p \v 13 David le preguntó: ¿A quién perteneces? ¿De dónde vienes? \p Y él respondió: Soy un joven de Egipto, esclavo de un amalecita, y mi \tl ʼadón\tl* me abandonó hace tres días, porque enfermé. \v 14 Nosotros hicimos una incursión al sur de los cereteos, en lo que pertenece a Judá y por el sur de Caleb, e incendiamos a Siclag. \p \v 15 David le dijo: ¿Puedes llevarme tú a esa banda? \p Y él respondió: Júrame por \nd ʼElohim\nd* que no me matarás ni me entregarás en mano de mi \tl ʼadón\tl*, y yo te llevaré a esa banda. \p \v 16 Entonces lo llevó. Y ahí estaban ellos esparcidos por toda aquella tierra comiendo, bebiendo y festejando por todo el gran despojo que tomaron de la tierra de los filisteos y de la tierra de Judá. \v 17 David los atacó desde el alba hasta la noche del día siguiente. No escapó ninguno de ellos, excepto 400 jóvenes que montaron en camellos y huyeron. \v 18 David liberó a todos los que fueron tomados por los amalecitas y rescató a sus dos esposas. \v 19 No les faltó cosa pequeña ni grande, ni hijos ni hijas, ni del despojo de todo lo que les tomaron. David lo recuperó todo. \v 20 Además David se apoderó de todos los rebaños y las manadas vacunas, los cuales llevaron delante del ganado recobrado. Y decían: ¡Este es el botín de David! \p \v 21 David llegó a los 200 hombres que por estar muy débiles no pudieron seguirlo, a quienes dejó junto al torrente Besor. Ellos salieron a recibir a David y a la gente que lo acompañaba. Cuando David se acercó a ellos, los saludó con paz. \v 22 Pero todos los hombres malvados y perversos que fueron con David dijeron: Puesto que no fueron con nosotros, no les demos del despojo recuperado, excepto a cada uno su esposa y sus hijos. Que los tomen y se vayan. \p \v 23 Pero David dijo: Hermanos míos, no hagan eso con lo que \nd Yavé\nd* nos dio, pues nos protegió y entregó la banda que vino contra nosotros en nuestra mano. \v 24 ¿Quién los escuchará en esto? Porque la misma parte debe haber para los que van a la batalla y para los que se quedan con el equipo. Participarán por igual. \v 25 Desde aquel día en adelante quedó establecido esto como estatuto y ordenanza en Israel hasta hoy. \p \v 26 Al llegar a Siclag David envió parte del despojo a los ancianos de Judá, sus amigos, y dijo: Aquí está un presente para ustedes del despojo de los enemigos de \nd Yavé\nd*. \p \v 27 También envió a los que estaban en Bet-ʼEl, en Ramot del sur, en Jatir, \v 28 en Aroer y en Sifmot, en Estemoa, \v 29 en Racal, en las ciudades de Jerameel, en las ciudades del ceneo, \v 30 en Horma, en Corasán, en Atac, \v 31 en Hebrón, y a todos los lugares que David recorrió con sus hombres. \c 31 \s1 Muerte de Saúl \p \v 1 Entretanto los filisteos combatían contra Israel. Los israelitas huyeron de los filisteos y cayeron muertos en la montaña Gilboa. \v 2 Los filisteos siguieron de cerca tras Saúl y sus hijos. Mataron a Jonatán, a Abinadab y a Malquisúa, hijos de Saúl. \v 3 Arreció la batalla contra Saúl. Los hombres que tiran con el arco lo alcanzaron y fue herido gravemente por los arqueros. \p \v 4 Entonces Saúl dijo a su escudero: ¡Saca tu espada y traspásame con ella! No sea que vengan estos incircuncisos, me traspasen y hagan escarnio de mí. \p Pero su escudero no quiso, pues tenía gran temor. Entonces Saúl tomó la espada y se echó sobre ella. \v 5 Al ver que Saúl moría, su escudero también se echó sobre su propia espada para morir con él. \v 6 Aquel día murió Saúl, sus tres hijos, su escudero y todos sus hombres junto con él. \p \v 7 Cuando los hombres de Israel que estaban al otro lado del valle y los del otro lado del Jordán vieron que los de Israel huyeron y que Saúl y sus hijos murieron, abandonaron las ciudades y huyeron. Entonces los filisteos fueron y vivieron en ellas. \p \v 8 Al día siguiente aconteció que los filisteos fueron a despojar a los muertos y hallaron a Saúl y sus tres hijos tendidos en la montaña Gilboa. \v 9 Le cortaron la cabeza y lo despojaron de sus armas. Enviaron a proclamar la noticia por toda la tierra de los filisteos, en el templo de sus ídolos y entre el pueblo. \v 10 Colgaron sus armas en el templo de Astarot y clavaron su cadáver contra el muro de Bet-sán. \p \v 11 Cuando los habitantes de Jabes de Galaad oyeron lo que los filisteos hicieron a Saúl, \v 12 se levantaron todos los hombres valientes y anduvieron toda aquella noche. Bajaron el cadáver de Saúl y los cadáveres de sus hijos del muro de Bet-sán. Fueron a Jabes y los quemaron allí. \v 13 Luego tomaron sus huesos y los sepultaron debajo del tamarisco en Jabes, y ayunaron siete días.